El mensaje
A los dos años de estar viviendo en Miramar, Calia tuvo la alegría de
quedar embarazada. Hacía mucho tiempo
que buscaban un hijo con su marido.
Al tercer mes de embarazo empezó
a tener trastornos de sueño, todas las noches soñaba lo mismo. Al principio no
le dio importancia, pero luego de varias semanas empezó a preocuparse. En su
sueño se veía sentada a la mesa de la cocina escribiendo unas palabras sobre
un papel blanco, luego lo enrollaba y lo metía en una botella que tapaba con
sumo cuidado. Después caminaba hacia el muelle de la playa y lanzaba la botella
al mar.
Cuando se lo comentó a su amiga,
ésta le recomendó hacer realidad su sueño para ver si la dejaba en paz ese
pensamiento que se le filtraba en las noches. Así que una mañana cursando ya el
cuarto mes de embarazo se sentó a la mesa, escribió las mismas palabras que
ponía en su sueño, enrolló el papel y caminó hasta el muelle para lanzar la
botella al mar. Esa misma noche el sueño se esfumó y jamás volvió a
perseguirla. El mensaje viajó durante
años en la botella y ella dio por terminado el asunto, sin comentarlo con su
marido que seguramente no la iba a comprender…
… Era otoño, una tarde cálida y
tranquila, todo lo contrario a su vida. Los pies
descalzos de Milagros se hundían
lentamente en la arena húmeda de la orilla. Era el momento de caminar sin mirar
atrás, ya estaba decidida. La depresión por su fracaso matrimonial, la pérdida
de sus familiares más cercanos y su entorno eran insoportables. Se acercó al agua que venía hacia
sus pies invitándola a adentrarse en ella. Sintió la humedad de la espuma que
traían las olas mordiendo la arena. Sus pies se congelaron, pero dio el primer
paso y avanzó.
Algo chocó con su tobillo cuando
el agua ya le cubría las rodillas, el golpe la hizo enfurecer y bajó su mirada
para ver lo que era. Una botella antigua de gaseosa había sido la culpable del
golpe. La tomó en sus manos y vio que dentro de ella había un papel enrollado.
Pensó en tirarla lejos pero su curiosidad pudo más. Retrocedió sus pasos y se
sentó en la arena. Tuvo que abrirla con esfuerzo pero al fin la rosca cedió.
Tomó el papel y lo desenrolló. Un frío le recorrió la espalda, y se echó a
llorar. No podía creer lo que estaba viendo. El mensaje decía: “La vida siempre nos da una segunda
oportunidad, no temas, el destino está en tus manos y no es este”.
Pudo reconocer de inmediato la
caligrafía impecable y suave de la mano de su madre.
Sindel Avefénix
Hermoso relato fantástico, y creeme si te digo que la primera palabra fue como si alguien me la dictara. Tal vez una musa pasó cerca. Como debe haber pasado cerca de vos. La protagonista salvó a su hija aún no nacida, de morir por su voluntad, años después. Y esto por un sueño repetitivo. Y lo bueno que la hija reconoció la letra de su madre.
ResponderEliminarQue buena historia.
Gracias!!! Sé que es un relato un poco loco, pero así me lo dictó la musa como vos decis y así lo dejé.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Nada de loco, es muy intenso. El amor, el destino, las decepciones, las pérdidas, la desesperación, hay mucho sentimiento.
ResponderEliminarUn beso. Leonor
Gracias Leonor, dudé mucho en postearlo porque me parecía raro, pero veo que ha gustado y eso me alegra mucho.
EliminarUn beso enorme.
Dan ganas de caminar por esa playa, un mensaje puede estar oculto mucho tiempo, pero la enseñanza o las palabras que se necesitan, siempre llegan a nuestra orilla. Una buena manera de estar despierta a recibir.
ResponderEliminarPrecioso!
Un abrazo :)
Cuántos mensajes habrá sin descubrir, es un misterio, espero que a todos nos llegue el nuestro en el momento indicado.
EliminarUn besote!!!
Una preciosidad de relato, la tristeza se convierte en alegría al ver como una madre nunca te deja aunque sea sin pensarlo.
ResponderEliminarHay cosas que llegan en el momento justo no?
EliminarGracias por pasar Tracy, un beso enorme
¿Loco dices? Magistral, intenso, emocionante y muy creativo.
ResponderEliminarLa mar regresa siempre, las olas traen lo que parece imposible, navegando un mensaje que lleva vida y cariño de madre, nunca muere. Segunda oportunidad por lo menos.
Un besito cariñoso.
Ay Natalia que palabra esa "magistral" me vuelvo loca de alegría al saber que pensas eso de mi relato.
EliminarGracias por ser tan buena conmigo. Un besote enorme!!!
Precioso relato lleno de sentimientos y dolor, la esperanza en la botella llegó en su justo momento...La delicada letra de la madre despertó su conciencia...ayudándola a volver a vivir.
ResponderEliminarBesos guapa Sindel.
Hola Lucía, me encanta la visión que tenes esperanzadora sobre mi relato, esa era la idea.
EliminarUn beso enorme!!!
¿Es el destino caprichoso o hay algo más que lo gobierna? Da que pensar tu relato. Además es muy entrañable.
ResponderEliminarBss.
Yo creo que el destino lo hacemos nosotros mismos, a veces es tan incierto como en esta historia.
EliminarGracias por tus palabras Mar. Un beso enorme.
Un relato precioso, me ha encantado.Qué bueno que cuando estaba tan desesperada el destino o la casualidad le dieron esperanza.Bs.
ResponderEliminarGracias Charo y bienvenida a mi blog. Espero que nos leamos de ahora en más.
EliminarUn beso enorme.
¡qué buenooooooooo!...una historia bellísima en favor dela vida que conmueve apenas leerla! Linda manera que a veces toma el destino para enviarnos mensajes que tan sólo nosotros podemos desentrañar en verdadera magnitud!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Moni, el destino es tan incierto, pueden pasar tantas cosas como en este caso cruzar dos generaciones en el momento menos esperado.
EliminarUn abrazo enorme!!!
Me ha gustado mucho. El mensaje de la madre ¿quien sinó? Le devolvió la esperanza perdida.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Carmen, esas cosas que solamente las madres pueden hacer en el momento justo.
EliminarUn beso
Me quedo sin saber que decir. Bueno, quizá que es lo mejor que he leído en mi historia juevera: es soberbio, atrapa, te cala y te saca una sonrisa de esas que delatan esperanza. Es francamente bueno.
ResponderEliminarUn besazo
Yo tampoco sé que decir ante semejante comentario positivo para mí!!! Muchas gracias Valaf, me halaga viniendo de vos que sos un escritor de lujo.
EliminarUn besote!!!
Que bonita historia, me enganchó desde el principio, que forma más linda de unir a una madre y a una hija. Me has emocionado. Besote
ResponderEliminarMuchas gracias Alicia por tus palabras.
EliminarUn beso.
Así de bonita es la literatura que permite que sucedan este tipo de cosas tan maravillosas entre una madre y su hija. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo
Todo puede pasar gracias a la magia de la fantasía.
EliminarGracias Encarni por tu comentario.
Un beso.
A veces los sueños son difíciles de descifrar, envían mensajes que en ocasiones, el destino, el tiempo, ayudarán a develar.
ResponderEliminarTu historia es un ejemplo, un hermoso ejemplo, que va mucho más de lo onírico, carga un sentimiento/presentimiento, de esos raros que la vida nos ofrece y que el instinto innato de una madre, aún sin saberlo, alcanza a experimentar.
Tu relato tiene ese don que lleva a uno a estremecerse.
Un beso!
Gaby*
Gaby no esperaba tener tanta aceptación con este relato, ni producir semejantes sensaciones, cada comentario que leo me sorprende más.
EliminarMuchas gracias por estar siempre.
Un beso.
Cuanto más lo necesitamos, llega ese mensaje. Hermoso, grato de leerlo y hasta el final no paré. Besos Sindel
ResponderEliminarLuis muchas gracias por tu comentario super positivo para mí.
EliminarUn beso enorme.
Magnífico relato, Sindel, quienes nos quieren de verdad siempre encuentran la manera de darnos aliento cuando más lo necesitamos, por lejos que estén, o aunque ya ni estén.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Narci, puede ser que sea así, que esas cosas lleguen de una u otra manera.
EliminarUn beso.
Wooommm!!!!
ResponderEliminaramiga me has dejado realmente impresionada, muy buen , excelente relato la verdad sin palabras, me has dejado casi sin aire... me ha encantado
Gracias María que bueno haber provocado todo eso con mi relato, me encanta.
EliminarUn beso.
Una historia muy bonita Sindel, la vida dando otra oportunidad, un giro del destino y un nuevo comenzar, me gusto mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces la vida nos da una segunda oportunidad, eso quise mostrar.
EliminarUn beso y gracias por leerme San.
a parte de que la historia es preciosa, lo que de verdad me gusta es esa separación temporal que has hecho, esa separación que queda indicada en el espacio en blanco que separa los dos tiempos, los dos "escritos". es como escribir al mismo tiempo que suceden los hechos, es como dar voz a dos omentos concretos sin atender a las medianía...es como si el escribidor-autor no quisiera fisgonear en lo privado de madre e hija...ellas tienen sus vidas propias,pero en momentos concretos asoman ante mis ojos para dejarse ver en un instante vital, en un instante que resume sus existencia...
ResponderEliminarmedio beso.
Gus tu comentario describe a la perfección la intención de mi escrito, no era importante decir nada más acerca de ellas, pero si resaltar esos dos momentos en que se unirán al final de escrito.
EliminarGracias por tus lindas palabras.
Un beso enorme.
El arte de entrelazar letras y palabras para que surjan estos mensajes, es sin lugar a dudas un don, del que dispones a granel.
ResponderEliminarUna historia inquietantemente bella, que trasmite un mensaje altamente positivo.
Un fuerte abrazo!
Pero que halagador es leer este comentario, muchas gracias Cass, sabés que te admiro y tus palabras me alientan.
EliminarUn beso enorme.
Bello y entrañable relato que nos resalta hasta donde es capaz de llegar el inmenso amor de una madre. Extraño e incomprensible instinto que la lleva en este caso a mandar un mensaje futuro de aliento a esa hija que porta en su vientre.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Sindel.
Un abrazo.
Muchas gracias Pepe, que alegría que te haya gustado mi relato.
EliminarUn abrazo enorme.
Ayy las madres siempre con nosotros!!
ResponderEliminarPrecioso relato y una bella historia, me ha encanatdo!
Un besote, guapa!
Si siempre presente de una forma u otra. Gracias Tere!!!
EliminarUn besote.
Las madres siempre están ahí, aunque sea con mensajes embotellados... y hasta en la más inmensa distancia las sentimos...
ResponderEliminarBonito relato que llega..
Besos
Gracias Matices, así es de alguna forma sus palabras siempre quedan en nosotros para salir a flote cuando menos lo esperamos.
EliminarUn beso enorme.
las madres siempre tienen una palabra de aliento, de consuelo que dar, aunque para aconsejar desde el mas allá se valgan de una botella venida de ultramar.
ResponderEliminarbella historia sindel, te mandamos un beso grande
Hola Ceci!!! Me encanta verte por acá y sobre todo saber que están bien!!! Gracias por tu comentario, espero que nos tengas al tanto de tu nueva experiencia prontito.
EliminarBesotes
Karina... el relato empieza gustando y mucho. Es envolvente, preciso y precioso, La segunda parte te sube a lo alto de una nube y te deja caer en ese sublime final en el que te quedas preso y emocionalmente paralizado.
ResponderEliminarBesos
Alfredo que hermoso comentario me dejaste, te diría que tus palabras son poéticas y eso es lo que te produjo mi relato me puedo dar por dichosa ya mismo.
EliminarUn abrazo y muchas gracias!!!
Paseando por tu playa, removiendo la arena de las emociones.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias por visitar mi playa :)
EliminarUn beso.
hola Sindel: me ha encantado tu relato, que emocionante, cuanto lirismo le has puesto. De veras, muy bien hallado.
ResponderEliminarTe mando muchos besos embotellados.
Gracias Montserrat!!! Que lindo comentario!!! Un besote.
Eliminar¡(Improperio que mejor no escribo), que bueno!
ResponderEliminarMe parece el relato más redondo de este jueves, dos tramas que se unen mediante el mensaje arrojado a la aventura.
Besos.
Jajaja me encantó lo de sugerir ese improperio, sos libre de escribirlo en mi blog, creo que es un halago y no una ofensa, muchas gracias por tus palabras Juan Carlos.
EliminarUn beso.
Una preciosidad,que no debía perderme...La vida nos avisa con tiempo y nos deja su mensaje de amor y esperanza...Realmente bonito y creativo,Sindel.
ResponderEliminarMi gratitud por compartir esta maravilla.
Mi abrazo inmenso y feliz día,compañera.
M.Jesús
Ay compañera que placer me da leerte, que te gusten mis textos y que me dejes estos hermosos comentarios llenos de positivismo y calidez.
EliminarUn abrazo enorme!!!