Mis alas (Reedición)
No puedo evitar desplegar mis
alas, incluso para volar hacia destinos inciertos. Es un reflejo inmediato ante
los caminos rectos.
Solamente vuelvo a casa cuando
preciso de un nido donde apaciguar el cansancio de mis largos vuelos, la desazón de mis destinos erróneos, el dolor
de mis caídas y desaciertos. Entonces me
cobijo en el hogar. Sano mis heridas con el bálsamo de lo cotidiano y acurruco
mis penas, abrigándome por un tiempo con el manto de lo terrenal. Hasta que mi instinto renace con más fuerza, sublevado
contra la permanencia, y comprendo que
es hora de volver a despegar.
Tantas veces intenté poner resistencia, contener mi
libertad y quedarme en el nido conocido. Traté de asentarme junto a los que siempre me esperan,
pero por más que procuré anclar mis sentimientos mi corazón no pudo resignar su independencia.
Y es que, mis vulnerables alas
siempre se dejan llevar por esos
vientos, que a veces son ráfagas y otras huracanes, que me elevan tan alto o me
arrastran rasgándome el alma por el suelo.
Pero eso no importa, no deseo ser
una esclava de mis posibles futuros recuerdos. Sé que mientras tenga mis alas puedo tener sueños, y
mi naturaleza siempre me llevará a volar hacia ellos.
Sindel Avefenix
Tu texto (magnífico), me hace reflexionar sobre la relación entre el vacío interior y las ansias desatadas de volar.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias por tu adjetivo!!!
EliminarCreo que encierra un poco de todo eso, la necesidad de volar es porque en un punto está buscando llenar un vacío.
Un beso.
Una buena reedición, donde se vive lo que se es, se siente, se sueña. Un ave que renace cada vez.
ResponderEliminarPara que los recuerdos sean recuerdos y el presente una aventura digna de volarla.
:)
Así es Cecy!!! Qué bien lo percibiste!!!
EliminarMuchas gracias!!!
Besos
Admirable lo de atreverse a despegar las veces que sea necesario, para volar hacia los sueños. Admirable hacerlo después de las caídas.
ResponderEliminarAh, no regalo elogios. Pero tu relato y lo que narra, lo merecen.
Muchas gracias, siempre hay que tener sueños. A veces nos puede costar más despegar, pero siempre hay que intentar hacerlo.
EliminarUn abrazo.
Cuando desplegamos nuestras alas es cuando sentimos la libertad de ir hacia esos lugares donde hallar la paz y una cierta felicidad.
ResponderEliminarBellas letras mi querida Sindel.
Besos
Muchas gracias compañera por tus lindas palabras. Un beso.
EliminarHay espíritus libres que sólo toleran estar bajo techo apenas un tiempo, lo suficiente como para reponer fuerzas y volver a levantar vuelo. Se ve que sos de esos!
ResponderEliminar=)
Soy bastante soñadora, y eso me lleva a volar siempre.
EliminarUn beso.
La libertad son las alas que la vida le pone a los sueños. Por eso la madre empuja de su nido al pajarillo, para que viva, para que pueda volar, aunque siempre esté dispuesta a volver a recibirlo al calor de sus alas.
ResponderEliminarBello relato.
Un abrazo.
Claro Juan, así es. Hay que usar las alas para buscar nuevos destinos.
EliminarUn abrazo.
las ganas de vivir te dan aaaaaaaaaalas (a lo red bull jajajaja) saludos
ResponderEliminarJajajaja seguro!!! Muy bueno!!!
EliminarBesos.
ojalá nunca te falten las alas !! saludos
ResponderEliminarY sino me tomo un Red Bull jaja
EliminarEs una de mis formas de curar heridas, acurrucarme hasta adquirir el tono facial de tapicería de sofá. Cuando el cuerpo dice ¡ya! se acabó el problema...
ResponderEliminarVuela, amiga, yo guardo mis alas en el cajón con papel de seda envueltas, todavía las necesito.
Un beso bien gordo.
Que lindo! Es así compañera, siempre hay que tener las alas dispuestas para volar.
EliminarUn beso.
Precioso amiga, no tengo palabras. Me evocado añorados recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, que lindo comentario!!! Un beso.
EliminarLa sed de aventura, la necesidad de vivir nuevas experiencias es la que lleva a levantar el vuelo una y otra vez en pos de nuestros sueños.
ResponderEliminarUn abrazo.
A no quedarse con cosas que no logran mantenernos en el suelo, y buscar aquellas que nos devuelva la libertad de volar.
EliminarUn abrazo.
Me gusta mucho esta prosa poética. A veces más que la poesía.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias Fabián, un beso.
Eliminar¡Nunca dejes de volar hacia tus sueños! Un beso.
ResponderEliminarNo, eso jamás.
EliminarUn beso.
ResponderEliminar¡Bravo, Sindel! Me encanta tu alma rebelde he innovadora. Hermoso texto.
Abrazos
Gracias Yessy!!! Besotes!!!
EliminarSer consciente de sublevarse contra la permanencia implica valentía y alineamiento con la evolución natural de la vida. Besos.
ResponderEliminarNo sé si es por todo eso, pero a veces no puedo evitar volar. Un beso.
EliminarSin dudas, no debemos renunciar. Bien dicta tu firma: Sindel Avefénix, lo que implica que de todos los vuelos: rasos, altos y hasta con caídas a pique... se resurge! Al final, de eso se trata la vida, de extender las alas e intentar alcanzar metas, planes, nubes, soles, estrellas... jajaja! me elevé demasiado? Eso también se vale, ir por nuestros sueños... (nos salga bien, nos salga mal) A volar! Me gustó tu escrito de aire íntimo y de experiencia de vida.
ResponderEliminarBesos al vuelo!
Gaby*
Muchas gracias, preciosa!!! De eso se trata la vida, de jugarse por lo que queremos, aún cuando eso salga de manera diferente a como pensamos.
EliminarUn beso inmenso.
Fantástico, en la exposición en el ritmo del texto y porque creo que es una autentica realidad.
ResponderEliminarSaludos
Es muy linda tu narrativa y tu aguda reflexión. Evidentemente mientras se tengan alas se puede volar mucho.... pero sin descuidar nuestro nido. Un saludo afectuoso Sindel....
ResponderEliminarAsí es Lao, muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Lograr la libertad de decidir a donde y cuando volar, es difícil y puede traer algún problema con quienes no lo comprendan. Pero es tanto lo bueno que obtenemos cuando elegimos desde nuestra propia libertad , que volar resulta ser algo indispensable para sentirnos plenos y felices.
ResponderEliminarAbrazos guapa.
A veces es incomprensible para los demás, pero tampoco hay que dejar de hacerlo porque al fin y al cabo, cuando ellos tengan que volar lo harán.
EliminarUn abrazo enorme.
Necesario ese cobijarse, tomar fuerzas y remontar. Por que no te falten nunca las ganas de volar. Bella prosa poética.
ResponderEliminarUn abrazo Sindel.
Muchas gracias, preciosa!!!
EliminarBesitos.
Curarse las heridas y regresar a la vida sin miedo, una y otra vez. Tu vuelo es envidiable, Sindel.
ResponderEliminarUn beso!
Otra cosa no queda por hacer, a veces lleva mucho tiempo Toni, pero a la larga siempre vuelvo a volar.
EliminarUn abrazo.
Me encanta tu prosa, me identifico mucho con tu forma de decir.
ResponderEliminarMuchas gracias, tal algún día volemos juntas entonces.
EliminarUn beso
Un relato muy bonito Sindel. Recordándonos que tenemos alas para volar, no sólo para esconder la cabeza. Muchas gracias por participar en mi primera convocatoria.
ResponderEliminarP.D.: Gracias por el consejo de edición de fotos. Aún soy un polluelo de la informática.
Hola Alberto fue un gusto participar, te felicito por todo el trabajo que te tomaste para agasajarnos.
EliminarEspero que te haya sido útil mi consejo.
Un beso.
Siempre es mejor volar aunque de vez en cuando tengas que curarte las alas, que quedarte quieto.
ResponderEliminarUn beso
Así es Charo, un beso.
EliminarMe encanto tu prosa, sobre todo porque habla de volar. Mis alas todavía sienten temor de volar nuevos horizontes,están heridas,y tienden a sobrevolar por los recuerdos.
ResponderEliminarHermoso tu blog,ojala tenga suerte esta vez y puede pegar mi cccomentario y
Hola!!! No te preocupes, a veces lleva un tiempo sanar las alas, pero tarde o temprano vas a volver a volar.
EliminarGracias por tu visita, un beso enorme.
Hermosa metáfora llena de vida y de valentía...
ResponderEliminarMuchas gracias!!! Besos
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