La casa estaba llena de silencio.
Desde que llegaron solo se escuchaba el crujir del piso con sus pasos errantes.
Los dos estaban habitados por el miedo a decir cualquier palabra que pudiera incrementar el sufrimiento. Ni siquiera se miraban.
Marisa dejó el bolso sin desarmar sobre la mesa y con sábanas tapó todos los espejos. No podía soportar ver su reflejo ya sin panza. El vacío de esa imagen era tan grande como el mutismo que moraba aletargado en su pecho. Guió sus pasos hacia la habitación que tan celosamente habían preparado para la llegada de su hijo. Entró, respiró profundo y ahogando el llanto abrió la ventana para que el aire fresco secara sus calladas lágrimas. En el marco, del lado de afuera, estaba el pajarito que todos los días la visitaba, pero hoy hasta él estaba de duelo y no cantaba. Cada detalle del cuarto le dolía más. Se dejó caer en la mecedora y cerrando los ojos acunó entre el hueco de sus brazos todos sus sueños rotos, su impotencia y su desesperanza.
Ivan la vio desde el living, pero no tuvo coraje para detenerla, la dejó mitigar el dolor con sus preguntas sin respuestas. Entró a su cuarto y tiró los zapatos a un costado. No levantó las persianas, no soportaba ver la luz. Como pudo se recostó en la cama. El sueño no llegaba, la daga de la culpa por haber provocado el accidente le taladraba la conciencia. Quizá si hubiese manejado más despacio, quizá si hubiese frenado a tiempo, quizá si no hubiera tomado tanto, quizá...
La casa estaba llena de silencio, un silencio lleno de gritos sofocados y agolpados en el alma.
Sindel Avefénix
Más silencios en lo de: NIEVES - "Matices en la vida"
Gracias Nieves!!!
Todos los textos que están expuestos en este blog son propiedad intelectual de mi persona y están registrados bajo el nombre Sindel Avefénix. Salvo menciones expresas de otros autores.
Terrible silencio, que se mezcla con las voces acusadoras del remordimiento.
ResponderEliminarAlgunas conductas provocan tragedias. Algunos lo comprenden demasiado tarde.
Ni siquiera estaba el pajarito, hasta está esa ausencia.
No hay nada peor que tener culpas en la consciencia. A veces es peor que lo que se ha provocado en sí mismo.
EliminarUn abrazo.
Un silencio doloroso, romperlo significa el principio del fin. Un relato muchas veces real. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar Ester, hay silencios que duelen.
EliminarUn beso!
Uffff, durísimo el relato, duro por lo que cuenta, por lo bien que lo cuenta, porque se mete el doloroso silencio en el pecho, porque se ve, se sabe que ese silencio cuando se rompa lo romperá todo, porque una sola palabra y todo volverá a ser un accidente brutal que romperá lo poco y frágil que queda de sus vidas en común, perfectamente relatado, ilustrado y sentido tu relato Sindel, me ha encantado, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarMuchas gracias Susurros! Tus palabras hacia mi relato son muy amables. Un beso!
EliminarQue pena he sentido al leerte. .Un vacio que no trae más que silencios acusadores. no puede ser de otra manera. Me gusta mucho seguirte Sindel. Has escrito una historia que puede ser real, de una forma impecable y emotiva. Muchos besos.
ResponderEliminarGracias! Es un placer ser leída por vos y leerte!
EliminarUn beso
Hay silencios que duelen mucho, gracias a Dios no he pasado por ese armargo trance que has plasmado. Se me encoge el corazón de pensarlo simplemente. Los que somos padres sabemos lo que podría significar eso.
ResponderEliminarUn relato muy serio y muy bien escrito.Me ha gustado leerle.
Un beso.
Ya lo creo! Debe ser algo tremendo. Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo!
El silencio es algunas veces causante de una muerte en vida. Estremecedor pero bello tu relato.
ResponderEliminarBesos
Qué verdad Ilesin! Un beso
EliminarEl remordimiento es tan corrosivo, tanto, que a veces no nos deja entender que el azar tiene mucho que ver en cuanto acontece y que no siempre somos tan culpables como pueda parecer, o como nos parece a nosotros mismos.
ResponderEliminarEstupendo relato, a pesar de la amargura y el dolor de los personajes.
Besos
Es lo peor que se puede tener en la consciencia, remordimiento, creo que es peor que la culpa en sí misma.
EliminarUn beso enorme.
Pufff !!!duro y terrible tu relato pero me ha gustado muchísimo... poco más se puede decir, ese silencio duele y desgarra el alma.
ResponderEliminarMuchos besos preciosa!
Gracias amiga! Qué lindo tenerte por acá!
EliminarBeso gigante!!!
El peor de los silencios.
ResponderEliminarAsí es Tracy! Un beso.
Eliminarme has hecho sentir ese tenso silencio estremecedor.
ResponderEliminarHola Rochies, que gusto tu visita. Gracias!
EliminarUn beso.
Nos has dejado un relato ciertamente dramático...Un accidente donde se perdió la vida de alguien que iba a nacer y llenaría de luz y esperanza a una pareja...Es difícil superar todo esto, cuando ha sido por un accidente, un fallo humano...Realmente doloroso y difícil...Puede captarse ese silencio cortante y extraño, que hace daño y a la vez custodia el dolor...Mi felicitación y mi abrazo por tu buen hacer, Síndel
ResponderEliminarM.Jesús
Es una situación espantosa, que no sé como se logra superar.
EliminarGracias por tus palabras.
Un beso!
Que dolor Sindel. Como has plasmado el silencio con el dolor. Me parecia estar en la casa con ellos.
ResponderEliminarEl Quizas ..... llego tarde.
Muy bonito y triste relato.
Un beso de Celine
Gracias Celine, un beso enorme.
EliminarUn silencio necesario, cuando la culpa no deja de gritar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perfecto tu comentario! Gracias!
EliminarUn abrazo.
Terrible tragedia que no le deseo a nadie. Dudo que se puedan reponer después de algo tan doloroso. Ojalá me equivoque.
ResponderEliminar=(
Yo tampoco Moni, menos mal que es solamente un relato.
EliminarUn beso!
Qué relato tan bien narrado y tremendamente triste.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Leonor! Un beso!
EliminarUn silencio terrifiante, oigo el dolor desde mi casa.
ResponderEliminarEl peor de los silencios. Muy bien narrado, me ha encantado, fascinado, incluso con el dolor
Muchos besos Sindel
Buenas noches
Isa
Muchas gracias, sé que es un relato duro, pero así me salió.
EliminarUn beso enorme.
Madre mía, menudo silencio tan doloroso. Me ha gustado especialmente la frase: "Se dejó caer en la mecedora y cerrando los ojos acunó entre el hueco de sus brazos todos sus sueños rotos, su impotencia y su desesperanza". Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Cristina, es una frase muy doliente, pero no quise dejar de representar el vacío.
EliminarUn beso!
Que triste! Ese silencio debe ser desgarrador. Muy emotivo y con gran intensidad has creado este lindo relato.
ResponderEliminarBesos
Gracias Yessy! Un beso =)
Eliminarhola esta genial tu blog te invito a pasar por el mio: http://buscandolaspalabrasenuntintero.blogspot.mx/
ResponderEliminarHola Erik, bienvenido a mi blog, ahora me doy una vuelta por el tuyo. Un abrazo!
EliminarEstos silencios son muy crueles, y sólo el tiempo o tal vez no, los puede curar.
ResponderEliminarUn abrazo
Son tan difíciles de curar que no sé si haya tiempo que pueda hacerlo. Un beso!
EliminarHay silencios tan dolorosos que cortan la respiración. La escena tan bien descrita nos deja mudos...mas silencio.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Rosa! Un beso!
EliminarCuando habla el silencio con tanto dolor es muy cruel.
ResponderEliminarHacia mucho que no me pasaba por tu blog, vaya regalo nos dejas.
Que relato, dentro de su tristeza es guapisimo
Buen fin de semana Sindel
Un beso de Anita
Hola Anita, sos bienvenida cuando gustes, gracias por tu visita! Un beso enorme.
EliminarQué dolor más enorme. Me has hecho llorar.
ResponderEliminarUy me da pena que te haya llegado tanto! Un beso!
EliminarEl silencio del dolor, de la impotencia. Ese silencio con el que te castiga el destino y que te atrapa sin querer.
ResponderEliminarHay muchas formas de perder esa ilusión que es lo único que puedes acunar en silencio; esta es una más, ni más ni menos relevante.
Duro relato.
Besos
Gracias por tu comentario Alfredo, es cierto es duro el relato, pero así es el silencio a veces.
EliminarUn beso!
Caramba, ¡que mal lo he pasado! Haces tan viva la atmósfera que, de verdad que lo he pasado mal, sintiéndome en la piel de la una y del otro.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un cariñoso abrazo.
Gracias Juan Carlos, saber que mis relatos llegan (aunque esta vez sea de esta manera) me gusta.
EliminarUn beso!
Sabiendo hacer las cosas corectamente, nunca entenderé al humano que las hace mal con toda la intención, sin responsabilidad en mente y creyéndose que su persona está más allá de los dioses...
ResponderEliminarUn beso. Chica, que mal rato.
Hay gente que no mide consecuencias! Gracias Vero! Un beso!
EliminarUn chucho frío recorre la espalda, esa sensación de tristeza, desamparo, incomprensión... pero ante todo dolor, un dolor que se repliega en el silencio, un doloroso silencio.
ResponderEliminarUn relato que desgarra por su cruda realidad. Conmovedor.
Besos!
Gaby*
Gracias Gaby, parece que mi relato ha sido un poco fuerte, pero así quise mostrar este tipo de silencios.
EliminarUn beso enorme.
Tremendo texto Sindel, el silencio de un dolor dificil de superar. Nos lo muestran de forma pausada, pero con un claridad aplastante, En silencio dejas al lector, masticando cada letra.
ResponderEliminarBesos.
Gracias San! Espero escribir algo más alegre la próxima vez :)
EliminarBesos!
Terrible...el silencio y el vacío que se asemejan mucho. Duro, muy duro
ResponderEliminarHola Max, a veces son casi lo mismo.
EliminarUn abrazo.
Ese silencio me recuerda al de un relato antiguo de un jueves que titulé cuando duele el silencio. Acabo de leer la misma sensación que mi inspiró aquel, el silencio opresivo, incomprendido y doloroso. Un beso
ResponderEliminarYa pasé a leer tu relato, me dejaste intrigada y no lo conocía. Distintas culpas pero el mismo silencio.
EliminarUn beso :)
Este sssilencio me ha conmovido hasta las lágrimas, amiga. Excelente dentro de su dramatismo.
ResponderEliminarEnhorabuena, Sindel. Besos
Ay María, me da cosa pensar en que sufrieron leyendo mi relato, pero a veces sucede cuando queremos expresar estas cosas. Un beso enorme.
EliminarHola! Ya estoy de nuevo por el mundillo blogger, ahora me toca ponerme al día.
ResponderEliminarTe mando un abrazo!
Hola preciosa, bienvenida! Besos.
EliminarSilencio desgarrador por la pérdida de lo más preciado para una madre, el hijo que albergaba en su vientre. Silencio culpable también en el ánimo de su pareja, ¡si no hubiera tomado tanto!. Magníficamente narrados ambos silencios, Sindel. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias Pepe, me conmueve tu comentario! Un abrazo enorme.
Eliminar