"Foto cedida por ElSilencio en Devianart"
Olvidar y recomenzar
Habían
pasado varios meses desde que la había dejado, todo ese tiempo había luchado
contra su corazón para poder olvidarlo. Noches enteras llorando, tocando con la
yema de sus dedos ese espacio vacío en la cama. Había perdido el apetito,
estaba extremadamente delgada y no le encontraba sentido a sus días.
Sus seres
queridos la llamaban todo el tiempo, la acompañaban pero ella no podía dejar de
sentir ese nudo apretado en la garganta, esa culpa constante de ser una mujer
de cuarenta a la que su marido había dejado por otra más joven.
Cuando vio
el anuncio de esa nueva empresa no dudo en buscar información. Los comentarios
de la gente que había utilizado ese servicio eran excelentes. Leyó una vez más
el slogan “Olvidar y recomenzar”.
Decidió
ordenar su casa, y deshacerse de todas las cosas que la ataban a ese hombre. Rompió
fotos, quemó cartas, regaló ropa vieja. Una vez que tuvo todo listo, se dispuso
a presentarse en ese prometedor lugar.
Cuando
llegó, la hicieron completar un formulario para que especificara claramente cuál
era el recuerdo que quería borrar de su memoria. Luego pasó a una sala donde había
una fila bastante concurrida delante de ella. Se armó de paciencia mientras inspeccionaba
con sus ojos el lugar. Era amplio, casi en penumbras, sin más muebles que una
silla vacía y una gran escalera. Al final de la misma había luz. Seguramente
ahí le aplicarían la inyección que tanto anhelaba, la droga del olvido. Y por fin podría liberarse de ese recuerdo
amargo de abandono y frustración que la estaba acosando y destrozando.
Llegó su
turno, miró la escalera que se desplegaba delante suyo. Era enorme, tenía
veinte escalones, altos, difíciles de subir.
El primero
lo subió rápido, sin dudar. Luego el otro, y otro… En la mitad del ascenso se
detuvo, comenzó a sentir su mente inundada de momentos pasados… La primer cita,
el compromiso, la boda…
Siguió
adelante… La entrada a la iglesia, su vestido blanco, la luna de miel en Cuba…
Otro más… La
compra de la casa, el proyecto de quedar embarazada, los tratamientos para
fertilidad…
Quedaban
pocos escalones… Las discusiones, la falta de intimidad, las sospechas…
El último
escalón… El abandono, la violencia, las agresiones verbales…
Llegó a la
puerta iluminada y entró, había tomado una buena decisión.
Salió de
allí con una sensación de felicidad y renovación completa. Se acordaba de todo
pero había algo que había quedado completamente en blanco. No le importaba, se
sentía plena. Abrió la puerta de su casa, tiró el abrigo sobre el sofá y puso
la contestadora para ver si tenía mensajes. Había uno, desde el otro lado de la
línea un hombre le hablaba de arrepentimiento, de errores, de recomenzar.
Sin dudar
borró el mensaje, seguramente era alguien que se había equivocado de número.
Por primera
vez en meses volvió a dormir y a soñar.
Sindel Avefenix
Más relatos de "El arte de observar" en http://maticesdecolores.blogspot.com
Querida Sindel... Excelsa, como siempre- Me ha encantado el enfoque que le has dado. Cada escalón, un paso hacia adelante... Ojalá tuviéramos fuerzas siempre para subir esa escalera sin mirar atrás. Con resolución, adelante, a la meta: Ser feliz.
ResponderEliminarUna preciosidad, amiga.
Gusto en verte.
Un besito
Hola Sindel, la vida esta llena de dificiles escalones, en algunos reimos, y en otros sufrimos, al fin de ellos nos damos cuenta de que si emos obrado desde la verdad de nuestro corazón, la escalera nos llenara de calma, y dotará a nuestra alma del bálsamo apropiado, para poder olvidar, y seguir subiendo peldaños, hasta sentir que emos completado el ciclo sin contaminar nuestro corazón de malos sentimientos, Besos esperanzados....Lucia.
ResponderEliminarQuerida Sindel:
ResponderEliminarHablo desde la perspectiva de otra mujer de cuarenta que tambien tuvo que hacer un alto para tratar de olvidar los maltratos, las falsas promesas de cambio, las mentiras, las infidelidades, y lo que fue lo peor: perder a un hijo por nacer a causa de una fuerte agresión.
A veces olvidarnos de todo nos hace mas llevadera la existencia. Pero no siempre olvidar de donde venimos es lo recomendable. En mi labor profesional, mujeres como las de tu relato he atendido muchas. Y si, yo tambien un día dije "este mensaje debería ser para otra persona, numero equivocado".
Lo mejor de estos relatos es que son toda una catarsis. Felicitacioens por el vuestro
Wendy
Al final siempre llega, el paso es complicado tal vez sean esos veinte altos escalones llenos de recuerdos lo mas dificil de superar...
ResponderEliminarUn beso, Sindel
Gracias por participar..
Un periplo que comienza con dolor, tristeza y desgano y finaliza en la redención y el logro de la paz al retomar la protagonista las riendas de su destino.
ResponderEliminarLa fantasía al servicio de un fin, el que todos buscamos: dormir y soñar.
Un mensaje en forma de buen relato.
besos y abrazos mil.
quiero comenzar este comentario mío por una primera cosa, que para eso ahce poco me leí un libro de eduardo punset...¿sabías que a estas alturas de la políca ya tenemos o casi tenemos eso de lo que hablas en tu relato? es decir, que ya se existen técnicas para borrar recuerdos o que casi se tienen ya???
ResponderEliminarbien, a mi comentario real...tu relato sigue este camino: hundimiento, luz (el saber de la empresa esa), estancia en el lugar, en este caso ya es el cuadro, y,por fin el olvido...
quiero destacar que has inventado una historia, buena, para insertar más que bien ese cuadro...destaco la buena idea...
llevo leídos unos 10 relatos. todos, el mío el primero..jajaja, destacan esta semana por sus"raras", raras de originales, ideas...
ah, además había apuntado otra cosa mientras leía tu textoy que casi se me pasa..hay una peli más o menos famosilla que se basa en esta idea que has desarrollado con motivo del cuedro o propuesta de matices: mi pregunta es, pues, te has basado en ella? ¿o por el contarrio te ha salido de ti misma la idea?
medio beso, sindel...
ah, no, aún no, pue resulta que quiero hablarte de ese estado idílico en el que queda tu protagonista...idílico y MERECIDOOO. ¡¡OJALÁ EXISTIERA ESA INYECIÓN AHORA Y YA PARA CASOS COMO EL DE LA MUJER ESTA!!!
Ufffff, que bien que lo has arreglado al final borrando ese mensaje. Me ha encantado tu visión, es impresionante cuan distinta puede ser la mirada al mismo cuadro de los distintos ojos.
ResponderEliminarTodos hemos hecho esa cola, en esa sala, cada uno en la cola somos uno de nosotros, mujeres, hombres, unos más jóvenes y otros más "adultos" jajaja. Todos hemos llegado a esa luz con distinta intención, todos la hemos atravesado y tu protagonista esta entre las más beneficiadas al llegar a ella. Que suerte que llegó y pudo borrar el dolor.
Me ha gustado mucho tu planteamiento sobre el cuadro y más aún el final. Un besito Sindel.
Sería estupendo un sitio así, renacer de nuevo y olvidarse de todo lo pasado, y no hacer caso al refrán:"Cualquier tiempo pasado fue mejor". La añoranza y vivir del pasado es lo peor, hay que pasar página y recomenzar.
ResponderEliminarMe ha gustado
Un beso
Me ha gustado mucho el relato, sobre todo el final. Ese método para hacer olvidar lo dañino de esta vida, en este caso los maltratos y las personas que lo generan, pero que se puede ampliar a otros momentos de la vida que igualmente nos han hecho daño y por ende desgraciados.
ResponderEliminarEstá muy bien llevado.
Un abrazo
Cada escalón un recuerdo borrado,todo lo que duele de un plumazo fuera. Una subida llena de dolor y un regreso colmado de paz. No estaria mal ,no.
ResponderEliminarUn beso.
Todo un acierto acudir a esa empresa. En cada uno de esos escalones dejaba atrás lastre para poder subir con más ligereza. Al final, libre ya de taras, poco importa lo que haya al otro lado de la luz, el objetivo que la llevó allí está plenamente logrado. Por eso está más que justificado ignorar esa llamada suplicante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ejem ... me pasarías la dirección de esa empresa?
ResponderEliminar=)
Me encantó
besos
Tu relato condice con la imagen como ninguno.
ResponderEliminarFelicito a la protagonista por el dominio del arte del desapego, ya que ante la incertidumbre del futuro y de lo desconocido nos solemos aferrar a quienes ya forman parte de nuestro ser. Pero ella supo hacer lo contrario.
Original lectura de la susodicha pintura. La vacuna de la reconstrucción emocional y el antídoto para recuperar el sentido de la existencia.
ResponderEliminarAlgún punto y aparte no estaría mal, más que nada para recuperar el aire durante la lectura. (con todo el cariño, jajaja)
Besos
a que lindo relato en verdad muy original, me gusto mucho ojala hubiera algo así para poder olvidar o dejar de sentir angustia, tristeza y dolor...
ResponderEliminarEstaría bien eso de borrar los malos recuerdos, pero pienso que el tiempo se encarga de desgastar (o no) las emociones que llevan algunos malos recuerdos, creo que eso es lo que más duele.
ResponderEliminarMe gustó tu final.
Bss.
Un buen enfoque para esta espera. Coincidimos varios en ver esa ventana, esa luz como una luz de renovación o purificación.
ResponderEliminarMe gusta además como lo has redactado, especialmente el tempo.
Besos Síndel.
Ojala fuera todo tan fácil como ir subiendo escalones y dejar malos recuerdos atrás y comenzar de nuevo, sería genial :)
ResponderEliminarMe ha encantado el relato
Un abrazo
Lola
Ordenar la casa, ordenarse la vida, ordenar por tamaño el dolor de cada desagravio y ser generosa al hacer borron y cuenta nueva... ¿donde está la realidad? En lo gris del cuadro seguramente.
ResponderEliminarUn beso
La escalera de la vida y sus recuerdos, la escalera de las vivencias, la escalera de los sueños.
ResponderEliminarY al final la solucion específica, pudiendo acotar la vivencia deseada por la luz milagrosa. Esa cola quizas la hariamos todos.
un beso
un relato con esperanzas, de fe, de decisiones acertadas, de nuevos comienzos... perfecto de principio a fin. Me encantó amiga! un beso!
ResponderEliminarQue bonitooooooooo, es precioso Sindel, ya me hubiese gustado a mí subir así de rápido esa escalera, de verdad que debería de existir una igual a como tú la describes, e ir dejando en cada escalón un olvido, y salir como nueva.
ResponderEliminarMe encantó. Besitos.
Perdona mi retraso Sindel, ha sido por causas ajenas a mi voluntad, según suele decirse, llámalo gripe.
ResponderEliminarUn ejercício muy sano de higiene, peldaño a peldaño suelta lastre, poco a poco, que no es facil, pero lo hace. Buen local ese donde abandonar amarguras, le mereció la pena la cola y la espera.
Buena versión de una imagen que ha dado de sí un esfuerzo de imaginaciones desbordadas.
Besitos muchos.
Muy buena historia te ha inspirado la visión de la foto Sindel. Coincido en que la protagonista fue muy decidida en querer olvidar las amaguras y pareciera que por ahora a la luz de su bienestar suponemos que hizo bien, tendra quizas un hueco en algún lado de su vida, la sensación de que no recuerda algo, como esa llave que deje en algún lugar...o ese paisaje que recuerdo vagamente pero no se precisar donde queda...pero tambien es cierto que no todos preferirian dejar los malos recuerdos fuera de sus vidas, ya que el dolor tambien nos pertenece
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y felicitaciones