Es casi invisible, pero desgarra. Se adentra más allá de los poros y las células. Grita
en silencio esperando una respuesta que lo consuele. Late desesperado en cada
movimiento involuntario de un corazón que persiste en seguir palpitando.
Se torna voraz, invasivo. Se manifiesta de golpe anegando los ojos, como un océano
incontenible que escapa de la voluntad de ser retenido y se vierte sobre el
cuenco del oscuro vacío.
Inmortal asemeja su llegada a la de un dios que nos gobierna para observarnos en la utópica misión de desterrarlo. Apenas se
logra anestesiarlo, por un rato, para poder caminar unos pasos. Lo archivamos
en la gaveta del olvido, nos engañamos.
Porque el dolor emocional es un trauma, un vacío, una herida
que deja su huella marcada a fuego, y nos desangra. Y no hay reloj que pueda
borrar las horas de desesperanza, no hay medicamento que calme la intensidad de
la amargura sufrida.
Siempre llega de la mano de una pérdida, una traición, un
fracaso. Y se queda colonizando el resto
de los sentidos, adueñándose del tiempo que se necesita para poder derrotarlo.
Uno se acostumbra a convivir con él porque es parte de la
vida, sin él no sabríamos que estamos vivos, que sentimos, que somos sensibles
al dolor, que tenemos lágrimas.
Pero aunque cada tanto regrese a recordarnos que hemos perdido,
que hemos sido traicionados o fracasamos, hay que aprovechar esos intervalos de
paz que nos va dando el crecimiento y la aceptación para seguir adelante, porque
no nos queda otra opción y es preferible transformarlo en experiencia que
seguir macerándolo.
Sindel Avefénix
Más relatos sobre el Dolor emocional en lo de: LUCIA
muy filosófica : )
ResponderEliminarGracias Bergoña, es lo que me salió.
EliminarUn beso
Bien cierto y al final nos damos cuenta que algo aprendimos, con la esperanza de no volver a olvidarlo. Bss.
ResponderEliminarEs que no se puede olvidar, siempre algo nos deja.
EliminarUn beso.
¡Qué bien lo has descrito! ¡Chapeau!
ResponderEliminarGraciasssssssssss!!!! Besitos
EliminarY a veces llega sin necesidad de eso que describis tambien, a veces llega aparentemente sin razón, como una autocritica exacerbada, porque algo en el ambiente predispone al desanimo.
ResponderEliminarPuede ser, a veces llega, pero nadie se salva de pasarlo.
EliminarUn beso
Si es una perdida se cura con los recuerdos alegres, si es un fracaso se olvida empezando otra vez, si es una traición puente de plata.
ResponderEliminarAbrazos y saltibrincos
Yo creo que las traiciones son inolvidables Ester, es lo único que no puedo superar.
EliminarUn besote.
Cuanta razón llevas, es mejor tratarlo como una mala experiencia que no andar macerando los malos sentimientos y dolor que ya de por si es suficiente como para seguir alimentandolo
ResponderEliminarAsí es Mar, pero poder comprender eso lleva su tiempo.
EliminarUn besote.
Cúanto cuesta ese dolor del alma que terminamos por aceptar que no es nuestro... ¿ o si?
ResponderEliminarBesos
El dolor es nuestro, quizás lo que lo provoca es ajeno a nosotros, ahí está la clave para poder superarlo.
EliminarUn abrazo y bienvenido a mi blog.
Muy bien descrito! ...conseguiste atrapar lo intenso e inabarcable de esas agonías.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Moni, las he pasado varias veces.
EliminarUn beso.
Lo has descrito tal cuál, como dices "no hay reloj que pueda "borrar las horas de desesperanza". Así es el dolor emocional intenso, profundo. Devorador de entrañas...
ResponderEliminarAbrazos de azul mar :)
Hola Ángeles, gracias por leerme y tus palabras.
EliminarUn beso.
La peor bofetada que se puede recibir es la que se da con la palabra, el peor puntapié es cuando se pisotea la dignidad humana y el peor cilicio es el tormento psicológico, más aún cuando el verdugo que lo inflinge alguna vez juró amarnos por siempre.
ResponderEliminarEl dolor emocional es en mucho consecuencia de todo lo anterior. Es sentirse presa de un sadismo desalmado que va minando el amor propio de la persona y va dejando el alma enferma, la voluntad perdida, el espíritu quebrantado. Y como si fuera poco, algunas veces la propia victima se siente culpable de su calvario y busca en el suicidio un punto final para su martirio.
Un tema muy difícil y delicado, pero no obstante dolorosamente real.
¡Saludos!
Hay dolores que llevan al extremo a la persona que los padece, depende de la fortaleza de cada uno, o de las ganas que tenga de poder superarlo. A veces es parte de un problema de depresión, en el que no me voy a meter por ahora, pero tenés razón, en todo lo que me escribiste.
EliminarGracias por pasar. Un beso.
Toda una profunda reflexión... somos esa mescolanza de momentos que para bien o para mal, nos van haciendo.
ResponderEliminarEl dolor tal vez no se extinga, pero está allí, por más que lo anestesiemos un poco, por algo.
Me ha encantado tu texto, tan vívido y acertadamente expresado.
Una lección de vida.
Besos:
Gaby*
Que bueno Gaby que te haya gustado este texto, expresé lo que sentía.
EliminarUn beso enorme.
Decía el Buda (más o menos): un flechazo duele. Pero si encima removemos constantemente el dardo clavado en la herida, lo que hacemos es añadir dolor al dolor, además un dolor innecesario.
ResponderEliminarTambién te digo que el ser humano, muchas veces, tiene terror a ser feliz. Y eso es algo que debiera mirarse cada uno.
Un beso
También decía Buda "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional"
EliminarUn beso!!!
Si me atengo a la fotografía de tu perfil, eres joven e intuyo que deben ser pocos los dolores emocionales que hayas tenido en tu existencia.
ResponderEliminarDesde la atalaya de mis 77 otoños, te digo que al hacer balance de la existencia vivida siempre termina por vencer la alegría. Al menos debemos luchar porque esta ecuación de el resultado apetecido.
Seguramente es que mis desasosiegos emocionales pierden furor con el paso del tiempo.
De cualquier manera, permite que te felicite por tu brillantez en la redacción de tu entrada.
Eres joven, pero has abido aprovechar el tiempo.
Saludos.
Hola Juan, bienvenido a mi blog.
EliminarTe quiero agradecer que me veas joven, no lo soy tanto, y la verdad pasé por varios dolores emocionales, desde muy chica mi vida no fue fácil. Pero es cierto que al final ganan las alegrías, lo bueno que nos deja la vida. Es un placer ser leída por alguien como vos que escribe de esta forma y con tanto respeto.
Un abrazo enorme.
"Porque el dolor emocional es un trauma, un vacío, una herida que deja su huella marcada a fuego, y nos desangra."
ResponderEliminarComo bien decis, hay que aprovechas esos pequeños espacios de paz, esas breves treguas y seguir...seguir...seguir, como se pueda!
Un relato reflexivo, casi demoledor, expresado con mucho acierto.
un fuerte abrazo
Así es Cass, hay que aprovechar esos momentos.
EliminarUn abrazo enorme.
Tu descripción es tan nítica y tan vívida que casi nos haces sentir ese dolor sin necesidad de rememorar los propios.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Besos
Es que lo he pasado tantas veces, que sé lo que se siente.
EliminarUn beso Narci, muchas gracias!!!
Una descripción muy acertada y profunda, de esas palabras que te sacuden el piso bajo los pies.
ResponderEliminarmis aplausos y un gran abrazo.
Cuídate!
Gracias Andrómeda por tu comentario tan amable.
EliminarUn beso!!!
Como siempre, en tu línea, Sindel
ResponderEliminarMuchas gracias Daniel por pasar. Un beso.
Eliminarexcelente reflexiòn y parece cierto que se crece doliendo.
ResponderEliminarabrazo!
Gracias Miralunas!!! Un beso.
EliminarDesde luego este dolor es peor que el físico. Como dices siempre está ahí; pero uno ha de intentar en la medida de lo posible paliar sus efectos.
ResponderEliminarMuy bien descrito
Un abrazo
Y es lo único que se puede hacer para seguir adelante Carmen, gracias por pasar.
EliminarUn beso.
Hay Sindel! Diste totalmente en el centro de la diana, además acabaste el relato con un fuerte hilo de esperanza,solo una cosa...algunas veces el dolor llega sin avisar, sin venir a cuento,y como bien dices...¡Destroza el suelo que pisamos ! Muy buen relato.
ResponderEliminarEn mi blog tienes un regalito con tu nombre, es mi manera de agradecer tu jueves conmigo.
Besos tesoro.
Hola Lucía, me alegra que te haya gustado mi texto. Ahora paso a buscar mi regalito, sos muy amable!!! Fue un gusto estar en tu casa.
EliminarUn beso enorme.
Reflexivo e intimista Sindel. Muy bien descrito ese dolor emocional que en ocasiones no da tregua. Pero siempre hay esperanza y siempre hay que intentar superar y avanzar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre se puede y se debe seguir adelante, aunque ese dolor quede dormido, hay que continuar.
EliminarUn besote San.
Simplemente decirte Sindel que estoy total y absolutamente de acuerdo con tu reflexión, que la comparto plenamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Después de leer tu texto me di cuenta que había coincidencia en nuestro concepto sobre este tema.
EliminarGracias por pasar, un abrazo enorme.
El dolor de las experiencias vividas y de los recuerdos que siempre quedan incrustados en el alma
ResponderEliminarImborrables, pero se pueden adormecer para seguir adelante. Un beso.
Eliminara veces pienso que a mucha gente nos es más fácil escribir a cerca deldolor que a cerca de la sonrisa. de lo que estoy seguro es de que es más fácil escribir una historia triste que una que nos haga descojonarnos. poca gente es capaz de escribir provocando la risa con sus palabras, poca gente es capaz de eso y repetirlo.
ResponderEliminary con estas palabras, sindel, estoy constatando y reflexionando. y con estas palabras me pongo en el número uno de la fila.
por otra parte, sindel, no recuerdo, pero en mí apenas si tiene validez, por que soy la desmemoria hecha materia viva, es uno de los escritos mejores que te he leído...y me basamente en las palabrotas que has empleado, en...cuando digo palabrotas me refiero a la belleza de las mismas...no sé, hay un algo en este tu escrito que te aleja de ti misma en cuanto normalidad a la hora de escribir...eso creo...y es para bien...
medio beso.
Hola Gus!!! Me sorprende tu comentario pero me gusta que puedas ir descubriendo otras facetas mías en mi forma de escribir. Y es verdad que uno puede hacer llorar con facilidad pero es más difícil sacar una sonrisa. Cosa que siempre logras de mí.
EliminarUn besote enorme.
Perfecta la descripción, me ha encantado!Cuando puedas pásate por mi blog, hay algo para ti.Besos
ResponderEliminarHola Charo!!! Gracias ahora me paso.
EliminarUn besote.
Tienes razón pero a veces ese dolor emocional llega sin saber por qué y es esa depresión que decías y en la nos vemos metidos cada vez más y cuesta tanto salir de ella.
ResponderEliminarGenial como siempre.
Besos!!
Una vez que se toca fondo, o te quedas ahí o tomas impulso para salir.
EliminarUn besote amiga!!!
Me han gustado mucho como lo has contado, las palabras que has ido eligiendo para describir un dolor emocional.
ResponderEliminarEnlazando con lo que quise decir en mi visión del jueves, creo que sentir ese dolor es mostrar una sensibilidad, una capacidad de sentir, de ser verdaderamente persona, de ser merecedor de cariño.
Te mando otro abrazo.
Muchas gracias Juan Carlos, si mis palabras te llegaron ya me doy por contenta.
EliminarUn beso.
Tu aporte es muy personal, tiene algo que parece no superado. Las palabras sirven para aliviar un poco esa carga. La traición debe ser lo peor que uno pueda perdonar, no es fácil hacer la vista gorda, como que nada pasó. Tal vez, estoy conjeturando. Excelentemente escrito, muchos besos!!
ResponderEliminarAy Luis... Cómo me conoces!!! Nada de conjeturas, creo que acertaste.
EliminarUn beso enorme
Ojalá pudiéramos eliminar esos malos recuerdos de nuestra memoria, pero llevas razón, después de todo, los malos momentos y las situaciones dolorosas nos hacen crecer, madurar y, además, nos dan muchas lecciones y enseñanzas que somos capaces de entender con el tiempo. Buena reflexión, buen texto. Un beso.
ResponderEliminarY sería genial pero tal vez sirva para algo que queden, quizás sea para que podamos crecer.
EliminarUn beso.
Pero es tan difícil convivir con ese dolor, e intentar ser feliz a pesar de él. Besote un relato muy sentido
ResponderEliminarYa lo creo Alicia, es tan difícil, pero hay que seguir...
EliminarBesos.