Este jueves los reporteros del Daily nos invitan a escribir sobre una ciudad en la que puede pasar cualquier cosa, no sé si esta vez me ajusté mucho a la consigna pero no quise dejar de participar y esa consigna me disparó esto:
No sé como llegué a esa ciudad, una
especie de sopor turbio me transportó a ese escenario.
Apenas pisé sus calles húmedas supe
que la reconocía. Allí estaba la casa donde había habitado de pequeña, y de la
cual me había ido sin mirar atrás. La puerta estaba abierta, caminé por sus
pasillos hasta llegar a mi antigua habitación. Todo estaba como lo había
dejado, los muebles rosados, el
acolchado de mariposas, las muñecas que después de lo sucedido jamás volví a
tocar. Me senté sobre la cama y me puse
a llorar.
Estaba perdida, desorientada, como
un sonámbulo que recorre los laberintos de la noche a ciegas. Una mano sobre mi hombro me sacó del ensueño,
una mano pequeña, blanca e inocente con las uñitas pintadas de brillantina y la
pulserita de oro que me habían regalado cuando cumplí ocho años. Giré la cabeza
con temor y la miré a los ojos. Esos ojos que se habían empañado durante tantos
años con la pérdida abrupta de la inocencia.
Se acercó a mi oído y suavemente me
dijo:
- No fue nuestra culpa. Los
adultos hacen cosas que no podemos comprender, pero ya es tiempo de ser libres
y perdonar.
Y cuando quise responderle
simplemente desapareció. Pero en vez de sentirla lejos, la sentí dentro mío. Después de tantos años había recuperado a la
niña que fui.
Cuando volví a la realidad estaba
en un diván, entonces vi a mi terapeuta que sonriendo me extendía su mano para
que me levante y diéramos por finalizada la sesión.
Sndel Avefenix
¿Qeu tendrà la infancia que a todos nos gustaria volver a ella?. Un bonita historia Sindel,me ha gustodo leerte.Que tengas buena semana y mejor aún el finde.
ResponderEliminarMuchos besos
Gracias Montserrat, en este caso había que volver para recuperar a esa niña que había tenido que crecer de golpe.
EliminarUn besote.
Es como un viaje eso de ponerse a recordar, aun más si es por las preguntas de un terapeuta.
ResponderEliminarEn esos viajes se encuentra aquello que se perdió, aquello que se abandonó, aquello a lo que desearía volver. Y también lo que se ganó. Porque la perdida de la inocencia también puede ser la liberarse en parte de la inocencia. Para adquirir cierta malicia, nuevos deseos, nuevas emociones.
Sí, pero a veces esa pérdida puede ser abrupta e injusta.
EliminarUn beso.
Muy interesante tu regreso al pasado y lo mejor de todo que la protagonista de la historia de encontró con ella misma.
ResponderEliminarGracias, era necesario reencontrarse.
EliminarUn beso.
Nos alegra que te hayas sumado desde tu Buenos Aires querido a nuestra propuesta.
ResponderEliminarsaludos cariñosos
Gracias chicos, me encantó participar.
EliminarUn besote.
Un buen relato mi querida Sindel, en que de alguna manera has recuperado aquella niña que un día se perdió y que siempre esta contigo dándote la mano y enseñándote a perdonar a todos y sobretodo a ti misma.
ResponderEliminarBesos
Es el momento en que vuelve la paz Ilesin. Muchas gracias.
EliminarUn besote.
Estupendo relato, Sindel. Tiene fuerza, la fuerza de la vida, del dolor, de los recuerdos que tratamos de mantener ocultos en lo más hondo del alma, pero que en realidad sólo dejándolos salir podremos libranos de ellos. Todos necesitamos recuperar a esos niños/as que fuimos y mantenerlos vivos cada día, en cada uno de nuestros actos y, por supuesto, en la nostalgia.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Narci, ese niño debe quedar guardado por siempre en nuestro corazón ya que depués de todo seguimos siendo parte de ellos.
EliminarUn abrazo.
Los adultos piensan que los niños son sordos y ciegos y hacen y dicen cosas que les dañan y les marcan, la niña de tu relato parece saberlo bien. Me gustó leerte. Un besote
ResponderEliminarLos adultos a veces dañan a los niños, aún sabiendo las consecuencias de esos actos.
EliminarUn beso.
Que lindo mensaje Sin, reconciliarse con la niña interior, es el mejor indicio de salvación, curación y de amor… nada bueno logramos con castigarla.
ResponderEliminarPrecioso mensaje
Un gran abrazo :)
Muchas gracias Cecy, que bueno que te haya gustado mi relato.
EliminarUn beso enorme.
un buen viaje de regreso para un nuevo recomenzar. ¡muy bueno Sindel!!
ResponderEliminarMuchas gracias Lao!!! Un beso
EliminarUn viaje necesario, para ser felices hay que saber perdonar y olvidar, Tu protagonista lo hizo. Muy bien narrado Sindel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre llega el momento de perdonar y empezar a olvidar.
EliminarUn beso.
Nuestra infancia nos influye más de lo que pensamos. Pasamos traumas que después nos pasan facturas y hasta que lo superamos no somos libres; aunque a veces jamás lo hacemos.
ResponderEliminarMe ha gustado
Un abrazo
Sería bueno poder hacerlos con todos ellos, para ser libres y comprender un poco más nuestras actitudes.
EliminarUn beso.
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ResponderEliminarEsa niña siempre está dentro de nosotras aunque hayamos tenido que hacernos responsables demasiado pronto. Solo hay que sentirla y amarla.
ResponderEliminarBesos
Lo sé Leonor, y si la hemos perdido, ir a buscarla.
EliminarUn beso.
todo eso sucede a la medianoche, cuando el pensamiento se expande, libre.
ResponderEliminary qué bello amanecer!
me ha encantado!
abrazo y beso.
Hola linda!!! Gracias por pasar y dejarme tus lindas palabras.
EliminarUn beso enorme!!!
Bella historia que ilustra la capacidad de recordar y dar una oportunidad a la corrección. El subconsciente es una fuente de recursos para quien sabe encontrarlos (con o sin terapeuta)
ResponderEliminarBesos
Hay tantas cosas guardadas allí Alfredo, es bueno buscarlas y enfrentarlas.
EliminarUn beso.
Precioso tu encuentro... a veces nos hace bien echar la vista atrás y regresar, atrapar recuerdos... nosotras tenemos la suerte de que aunque ya mayorcitas seguimos llevando una niña en nuestro interior.
ResponderEliminarBesotes, guapa!
Por supuesto Tere, es niña se va conmigo de acá, jamás la voy a dejar de lado, porque muchas veces es la que me ayuda a seguir adelante.
EliminarUn besote amiga
Bonito relato. La verdad que resulta incluso algo triste. Me daba pena según lo iba leyendo. El final no me acaba de convencer pero es sólo una pequeña apreciación personal. Escribes muy bien. Un abrazo
ResponderEliminarHola Alberto, muchas gracias por tu comentario y bienvenido a mi blog. Qué cosa del final te parece que se puede mejorar? Me gustaría saberlo para aprender, siempre estoy abierta a las críticas, me ayudan a crecer.
EliminarUn abrazo.
Me da miedo que ocurrió aquel día... Aunque es hermosa la idea de recuperar el niño interior...
ResponderEliminarLo dejé en suspenso porque es mejor no saberlo. Gracias Auxi por pasar.
EliminarUn besote.
Una vuelta a la infancia donde ocurrió un hecho traumático para la niña y que la marcó para toda su vida puesto que tenía que ir al terapeuta. Parece que en esta regresión logró superar ese hecho y seguramente su calidad de vida emocional mejorará. Siempre recuerdo una frase de Rosa Montero en uno de sus libros donde dice "la infancia es el lugar en el que habitas el resto de tu vida" ...y es muy cierto. Me ha encantado el relato.
ResponderEliminarMuchas gracias Charo, a veces es bueno volver para poder curar heridas que dejamos abiertas toda la vida.
EliminarUn besote. Muy buena la frase que me dejaste!!!
Impresionante.
ResponderEliminarTras toda una vida en que la protagonista buscó una razón tuvo que ver que esa razón siempre la tuvo.
Perfecta esa imagen de reconciliación con la niña volviendo a ser una con la adulta.
Me has provocado escalofríos y finalmente una mueca de comprensión, de cariño.
Besos, querida amiga.
Qué bueno provocarte cosas con mis relatos, sabes que más no puedo pedir.
EliminarMuchas gracias por ser siempre tan amable conmigo.
Un beso enorme!!!
Excelente viaje que nos recupera, que nos armoniza, que nos perdona y nos hace libre. Muy bien reflejado, paso a paso. Casi que también yo siento la mano extendida que me ayuda a vivir el presente...
ResponderEliminarbesos, dulce amiga
Gracias amiga, hay que curar el pasado para poder vivir el presente.
EliminarUn beso gigante!!!
Me ha conmovido hondamente esta triste historia. Triste, sí, pero valiente...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
=)
Gracias por transmitirme lo que sentiste Moni, es bueno saber que mis palabras conmueven.
EliminarUn abrazo enorme.