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jueves, 26 de mayo de 2016

Convocatoria: Este jueves un relato "Una noche en el museo"




Por fin cae la tarde y con la llegada de la noche aparece el silencio. 
Es apabullante escuchar una y otra vez el bullicio de los visitantes, el discurso histórico (que además no es tan histórico) de la guía. Y la misma y repetida pregunta de la cual nadie, excepto yo, conoce la respuesta.
No sé como logro mantenerme callada y tranquila mientras escucho las barbaridades que cuentan y las conclusiones que sacan. Algún día tal vez me atreva a gritarles la verdad, sería genial verles las caras de asombro e incredulidad. Pero por ahora me resigno al silencio. 
Por suerte ya está oscuro afuera, lo veo a través del cristal que tengo enfrente de mí.  Ya escucho el golpe suave de la puerta principal al cerrarse, la luz tenue de la rutina nocturna y los pasos del vigilante que se dirigen hacia el otro sector del museo, seguramente para echarse una cabeceada. En parte lo comprendo, para qué estar despierto si esto es un museo donde no hay nada fuera de lo común que pueda ocurrir.
Ahora sí,  puedo relajarme. Echo mi cabeza hacia atrás, me aflojo reclinando mi espalda en la silla, estar tan derecha durante horas me está matando las lumbares. También descruzo las manos estirando mis brazos para sacarles el entumecimiento que sufren durante el día. 
Ya puedo dejar descansar mi rostro, volver a ser yo misma y borrar de mi cara esa enigmática sonrisa que todos vienen a ver y de la que solamente yo sé el motivo.
Es hora de descansar y de soñar toda la noche con mis propios sueños. 
Mañana será otro día, mañana volveré a ser sobre la luz del día, para los otros, La Gioconda.
Sindel Avefénix

Muchas más noches en el museo en lo de: Lucía - Sintiendo en la piel

¡Gracias Lucía!


Todos los textos que están expuestos en este blog son propiedad intelectual de mi persona y están registrados bajo el nombre Sindel Avefénix. Salvo menciones expresas de otros autores.

34 comentarios:

  1. Os he ido leyendo a todos los que participáis en la noche en el museo, y los visitantes se han ido quedando encerrados, me ha encantado el relato de la señora de la limpieza y el de la protagonista de un cuadro, son los dos muy originales. Le has dado un tono de misterio hasta llegar al final. Abrazos

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    1. Muchas gracias, Ester, esta vez quise estar del lado de las reliquias en lugar de ser un visitante. Un abrazo enorme.

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  2. Un buen relato muy imaginativo y desde una mirada diferente.
    Besos

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  3. Me han gustado todos y en este es interesante la conversación que mantiene consigo misma.
    La imaginación no tiene límites.
    Y de ahí nacen bellos relatos como estos.
    Un abrazo.
    Ambar

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    1. Muchas gracias, Ámbar! Me alegra mucho que te haya gustado. Un abrazo.

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  4. Ay, la pobre, no había yo pensado en llevarle algo para el dolor de espalda. A ver si me acerco :))

    ¡Qué bonito relato! Me encantó. Gracias.

    ¿Con unos 400 besos tendrás bastante para hoy?

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    1. Jajaja sí, con eso me alcanza, compi! Gracias!!! Un beso enorme.

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  5. Me encanta el aire de misterio que le has dado y cómo poco a poco nos has ido llevando hasta el desenlace sorprendente que por otro lado nos deja con otra incógnita...¿de qué se sonríe? .muy bien escrito, como siempre! Un placer volver a leerte de nuevo.
    Un beso

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    1. Quise dejar esa incógnita, no hubiese sido bueno desvelar el misterio! jaja Gracias linda. Un beso.

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  6. Son los problemas lógicos de ser la mas apreciada del museo.
    Original y brillante solución al requerimiento de este jueves.
    Un beso.

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  7. jeje excelente!...preciosa historia de quien nos mira tras un cristal, intentando dilucidar nuestras incoherencias y contradicciones.
    Me encantó tu relato!
    Un fuerte abrazo

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    1. Sería fantástico que pudieran pensar y mirarnos ellos a nosotros. Gracias. Moni! Un beso.

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  8. Me encanta que hayas revivido a la Gioconda y el enigma de su eterna sonrisa.Pobre, si pudiera gritarlo...
    Un besazo

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    1. Gracias, Rosa. Tal vez es mejor no revelar el enigma, eso la hace más atractiva. Un beso enorme.

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  9. Hace varios años fuí a ver esa sonrisa de la que tanto se habla y mi desilusión fué grande, escondida tras un cristal, casi a oscuras y la sala abarrotada de gente, cuando llegue a los cordones de seguridad que nos separaban, juro que me esforce por ver esa sonrisa, pero lo único que encontre en sus ojos fué tristeza. Tengo varias fotos, que cuando las miro confirman mi recuerdo. Creo que se equibocaron al ponerla ese nombre...Dicen que significa " La que rie ".
    Tu relato es una delicia, con una pintura que tiene vida propia y hasta molestias en los huesos como cualquier humano.
    Gracias por participar este jueves.
    Abrazos llenos de cariño amiga.

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    1. Muchas gracias, no tengo el gusto de conocerla en persona, creo que sería impactante verla. Fue un placer participar de tu jueves, amiga.
      Beso enorme.

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  10. Enigmático relato, como enigmática es la Gioconda. Puede ser que solo ella conozca su misterio.
    Un abrazo

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    1. Y para qué vamos a desvelarlo, creo que su encanto está en el enigma. Gracias por pasar. Un beso.

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  11. Sindel, me ha gustado mucho el relato, el observador también es observado, muy bueno ponerse en la piel de LaGioconda
    besos

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  12. Supuse que me ibas a sorprender. Y así fue- Interesante la exposición, la visión de la guía, desde el punto de vista de la Gioconda.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, me gusta que te haya sorprendido. Un abrazo.

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  13. Nos has ido dejando trazas a lo largo de tu relato para desvelar la identidad del personaje de tu cuadro antes de que ella se nos presentara. Ella, no sólo pasa una noche en el museo sino multitud de ellas que aprovecha para descansar esa enigmática sonrisa que sólo ella sabe a que obedece.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias, Pepe. Voy dando pistas, pero es un juego, en realidad quise mostrar otro lado de la noche en el museo. Un abrazo enorme.

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  14. Muy bueno Sindel, Mis felicitaciones amiga.

    Abrazos.

    Lola.

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  15. Me encantó el desdoble entre el personaje y la persona, algo más hondo. Un abrazo.

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  16. No suelo comentar en vuestros relatos de los jueves, pero esta vez me atreví, me tuviste hasta el final intrigada, sabes cómo llevar al lector a través de tus letras.
    Te felicito amiga.
    Besos

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    1. Muchas gracias, Finita. Vale la pena leerlos todos, hacía mucho que no participaba, pero este tema despertó a mis musas. Un beso.

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  17. ¿Me creerías si te dijera que a partir de ese trozo que dice sobre las barbaridades me ha venido a la mente la Gioconda?
    Y resulta que era ella.
    Tendrá que escuchar tantas salvajadas, tantos disparates que cualquier día nos tuerce el morro y nos da en el nuestro.

    Un beso muy grande.

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    1. Jajaja no me quisiera perder esa escena por nada del mundo! Muchas gracias por tu alegre comentario. Un beso enorme.

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Muchas gracias por tu visita y por dejarme tu opinión.