Sus ojos ancianos observaban a través de la ventana de su habitación el jardín. Todos sus compañeros del hogar estaban con sus familias pasando el día.
Desde su adolescencia había desarrollado una fuerte compulsión por tener bajo sus sábanas a las mujeres más lindas, y más preciadas de todos los ámbitos en los que se movía. Las seducía con su magnífica charla, con su deportivo y estilizado cuerpo. Las enamoraba hasta poder hacerlas suyas. Luego se exhibía con ellas hasta que después de dos o tres encuentros se aburría y volvía a buscar una más. Vivía de momentos, una tarde en un motel, una noche en su departamento de soltero. Sentía que era un hombre que podía lograr con las mujeres lo que quisiera, y lo hacía. Su sed se acrecentaba cada vez más.
A medida que pasaron los años, ya casi sobre su madurez cuarentona fue tratando de calmar esa obsesión, sabía que debía formar una familia, tener una vida como todos esperaban que tuviera, pero lo haría sabiendo que había sido siempre un ganador.
Se obsesionó con Marcia, una compañera de trabajo que estaba en pareja con su mejor amigo. Era preciosa, mucho más joven que él y no pudo resistir la tentación de poseerla. Un buen amigo sabría perdonarlo. Esta sería la mujer con la cuál podría cambiar su vida, lo presentía. La sedujo, y le hizo incontables promesas, hasta convencerla de dejar al otro y comenzar su vida con él. Se casaron dos años después, como Dios manda y fueron bastante felices. Cuando Marcia se embarazó y perdió sus formas, no pudo sostener más sus impulsos. Marcia perdió el embarazo al enterarse que lo habían visto salir de un motel con la rubia más sexy del barrio. Nunca lo perdonó.
Pasó muchos años más entre sábanas ajenas intentando olvidar el dolor provocado y su culpa. Contándole a sus amigos sus proezas, que cada vez lo escuchaban menos, porque era para ellos una etapa que ya no les parecía divertida, estaban en la etapa de ser abuelos y vivir junto al amor de sus familias.
Y por primera vez se sintió vacío. Se fue quedando solo, lo jubilaron del trabajo, las mujeres que elegía ya no lo miraban, estaba viejo, gastado y enfermo.
Recién en ese momento mientras miraba sus manos arrugadas, huecas de caricias y sentía latir su corazón desierto de amor comprendió que ya era muy tarde para volver atrás, lo único que compensaba su soledad era rememorar los incontables cuerpos femeninos que había coleccionado mientras sin darse cuenta había ido perdiendo su alma.
Sindel Avefénix
Nota: Pido disculpas a mis compañeros porque este jueves excedo la cantidad de palabras en el relato.
Más obsesiones en lo de: Leonor - Mi blog de fotos
¡Gracias Leonor por la excelente imagen que has elegido para mi relato!
Todos los textos que están expuestos en este blog son propiedad intelectual de mi persona y están registrados bajo el nombre Sindel Avefénix. Salvo menciones expresas de otros autores.
Al menos tiene el consuelo de no haber perdido la memoria jeje, proque otra cosa no le quedará!.. también yo me pasé de la cantidad de palabras...pero bueno, cuando el relato -como en este caso- lo amerita...
ResponderEliminarPero debe ser muy triste vivir solamente de recuerdos tan vacíos, son maneras de vivir la vida.
EliminarUn besote.
Un final merecido para quien no supo dar amor y vivir solo de momentos.
ResponderEliminarMe ha encantado que nos muestres esa obsesión de muchos de poseer cuerpos sin más. Sexo vacío que una vez satisfecho no significa nada.
Un beso
Gracias Leonor, no podía fallarte en tu jueves. Ando con algunos temas de salud para resolver, me hubiese gustado dar más, pero así anda mi musa en estos días. Fue un gusto estar junto a vos con este tema tan profundo.
EliminarUn beso enorme.
A veces no se puede resumir, por mi parte me ha parecido justificado. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Ester! A veces no se puede recortar más el texto, me alegro que lo hayan tomado bien.
EliminarUn besote.
Un relato claro y contundente...El tiempo pasa y debemos cuidar ese espíritu, que dejamos arrinconado debido al libertinaje y a los placeres, que la vida ofrece...Todo lleva un orden y un equilibrio y debemos ser conscientes de ello, porque después no hay vuelta atrás...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu constante inspiración, Síndel.
ResponderEliminarM.Jesús
Tal como lo decis, todo lleva un orden y un equilibrio, de no ser así a veces es tarde para poder corregirlo.
EliminarGracias por pasar a leerme, siempre es un placer saber tu opinión! Un abrazo enorme!
No te preocupes por el exceso de palabras, a mi me ha pasado algunas veces; pero la historia valió la pena. La has narrado muy bien. Te pones en la piel de ese hombre, que mientras pudo sólo pensó en lo superficial, y al final se quedó solo, como no podía ser de otra manera.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Carmen, me alegro que te haya gustado y sobre todo, que te haya parecido justo el final.
EliminarUn beso inmenso.
Quien siembra recoge, por lo tanto de nuestros actos recibimos al final el premio, sea feliz o triste.
ResponderEliminarHermosas letras.
besos
Así es Ilesin, mejor dicho imposible.
EliminarGracias por pasar y estar siempre presente.
Un abrazo inmenso.
Es un mito que el amor lo puede todo. Un hombre promiscuo desconoce el amor y por lo tanto no sabe dar amor. Este es el resultado de su pasado afectando su presente. Muy bueno tu relato, Sindel. Disculpada por excederte, me pasa algunas veces. =)
ResponderEliminarUn beso
Hola Yessy,muchas gracias y estoy totalmente de acuerdo con vos, es una elección de vida, que conduce a morir en soledad, y vivir de recuerdos vacíos.
EliminarBesitos!
Este relato no me parece tan inspirado como otros que escribiste, por lo menos no me gusta tanto. No me convence el comentario de que un hombre promiscuo no conoce el amor o la idea de que el amor este vinculado a la monogamia. Tampoco me parece un garantía una familia, que pueden ser disfuncionales. Si bien puede ser negativos vivir sólo de recuerdos, tal vez sea peor no tener ninguno que recordar.
ResponderEliminarGracias por tu opinión, es bueno conocer otras formas de pensar. El amor y la promiscuidad son dos paralelas que no se pueden unir. Cuando se ama a otra persona no se la lastima, hay que elegir que forma de vida quiere cada uno vivir. Respeto esas elecciones mientras que dentro de ellas no se hiera a los demás. Supuestamente cuando una familia se vuelve disfuncional habría que ser sinceros con uno mismo y con los demás y desarmarla, no hablo en mi relato de esa clase de familias hipócritas que rondan por la vida, hablo de familias que se aman, de hijos que nos aman, de nietos que nos aman, no necesariamente una familia tiene que estar conformada por una pareja, a veces nuestros amigos son nuestra familia también. No creo que vivir de recuerdos y en soledad sirva para algo, prefiero saber que amé y fui amada, y que pude sostener ese amor, que por supuesto va mutando en distintas etapas, en el tiempo. Pero son formas de pensar, cada cuál tendrá sus puntos positivos y negativos. Una persona que no sabe amar, y que no puede contener su instinto aún a costa del dolor ajeno, me parece que no es algo positivo.
EliminarNinguna obsesión es buena, al menos le quedan los recuerdos pero de una vida vacía sin mucho sentido.
ResponderEliminarUn beso!!
Ya lo creo amiga. sobre todo cuando por obtener esos objetos de deseo se lastima a otras personas.
EliminarUn besote.
Cada uno elige como desea vivir su vida, lo mismo que vivir de recuerdos. Lo peor de todo es cuando esos recuerdos han de vivirse en soledad, sin nadie con quien compartirlos.
ResponderEliminarPero bueno, supongo que también podría llegar a pensar aquello de "Que le quiten lo bailao"
Particularmente me gustó bastante tu relato, se me ha hecho corto, y perdonada por pasarte, también yo me he pasado de palabras, tampoco lo he podido evitar.
Un beso.
Gracias José Vte. yo pienso lo mismo, cada uno elige como vivir su vida, lo que no me gusta es cuando en esa elección se pone en riesgo la integridad de otras personas y se rompen códigos de convivencia que dañan.
EliminarUn abrazo enorme.
Lo eligió y todo lo que el hombre hace libremente, le debe ser permitido. Si se equivoca solo el sufrirá las consecuencias, pero al menos le quedarán los recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo y perdón por la tardanza.
Así es Juan, son formas de ver la vida y vivirla. Y en esas formas se puede elegir vivir de recuerdos solo o tener con quien compartirlos. Un abrazo enorme.
EliminarEl tema por muy frecuente no deja de ser menos interesante. Las motivaciones, los valores y las reflexiones que se hagan a este tipo de comportamientos siempre son válidas indistintamente de en qué lado caiga la balanza. esa fue su vida y esa sigue siendo hasta el fianl. Tu forma de contarlo si que me ha parecido menos brillante que otras veces. (Con cariño)
ResponderEliminarAlfredo
Gracias Alfredo, valoró mucho tu opinión y es cierto estoy pasando por un período de baja en mis escritos, yo también lo he notado, y espero que pase o pensaré en retirarme un tiempo. No quise fallarle a Leonor, por eso subí lo que había salido, pero no estoy conforme tampoco con lo que logré.
EliminarCon respecto al tema es solamente un relato, de un lado o del otro toda opinión y forma de vida es de cada uno.
Un abrazo enorme y muchas gracias otra vez!
De retirarte nada, aunque sea un tiempo. Tómatelo con calma y déjate llevar. Tus textos suelen salir más directos, más limpios y este, tal vez lo intentaste elaborar demasiado. Suele pasar, a veces el tema aprieta un poco. Besos
EliminarLo sé Alfredo, me está costando un poco la narrativa ultimamente, sigo con la poesía que me resulta más cómoda, pero no me siento conforme con mis relatos. Son etapas, ando con mucho stress y tal vez eso influya un poco. Pero me siento muy contenta de estar entre ustedes es un remanso para mí, y además siempre aprendo con sus comentarios, por ello me gusta estar presente. Muchas gracias por tus palabras! Un beso
EliminarDescribes minuciosamente las idas y vueltas de ese hombre, que escogió ser de un modo, que poco le dejó... más bien nada, solo sus recuerdos. Ya, solo de ida, debe ser triste y frustrante, darse cuenta que esa inversión de tiempo y placeres, no le dejó más que soledad.
ResponderEliminarLo has contado muy bien Sindel. Logras dejarnos con desazón por un lado y por otro, con un: Toma! bien merecido te lo tienes!, en la boca.
Besos!
Gaby*
Muchas gracias Gaby! He descubierto que mi relato ha conformado opiniones encontradas. Incluso yo no quedo conforme con él. Pero tu opinión es muy útil para mí, veo que a algunos les ha gustado, y agradezco que también me lo digan. Todas las críticas sirven para mejorar. Así siento que debe ser.
EliminarUn beso inmenso!
Al final de la vida cada cual piensa en lo que ha sido la suya y añora la juventud y los años perdidos.
ResponderEliminarSiempre se añora lo que se ha perdido, pero sobre el final de la vida ya no tiene sentido hacerlo porque no queda tiempo para volver atrás.
EliminarUn besote.
Las obsesiones sean las que sean, son una perturbaciòn anìmica, o exceso de ideas que forman un mal hàbito por lo general. Y en lo que respecta a tu relato lo considero interesante y claro, en el que se narran los hechos fàcticos de un hombre que alardea de su vanidad de conquistador, de las mas bellas mujeres, cuya forma de vida degenera en un vicio insano, ya que claramente su vanidad de conquistador prima sobre el amor y las mujeres que se encuentra en el camino, es decir su ego exacerbado e impulsos descontrolados lo llevan a obtener un resultado amargo!, que al final y con los años acumulados le provocaràn un vacìo.
ResponderEliminarConsidero, que hay una cierta moraleja en el relato. Este hombre de forma consciente o inconscientemente viviò coleccionando amantes, movido por su vanidad e impulsos sexuales, que lo desviaron de tantos componentes elementales que conforman la vida. Y que yo sepa, "el placer sexual realizado en la vida del hombre" sin amor, nunca ha hecho al hombre feliz.
Me encantò tu relato
Un cordial abrazo!
Hola Francisco! Veo que entendiste la idea de mi relato a la perfección, no tengo nada que agregar ya que lo has dicho todo, y es así como quise mostrarlo. Te agradezco mucho tu comentario, y tus amables palabras. Y me pone contenta que te hayas sentido cómodo leyéndome.
EliminarUn abrazo enorme.
Estos don Juanes siempre esconden un gran problema de inferioridad y a veces hasta de tendencia sexual. A veces la homsexualidad egodistónica te lleva a comportamientos compulsivos heterosexuales. Eso dicen los estudiosos del mito del donjuanismo. ;-)
ResponderEliminarUn beso
Que curioso es todo lo que esconde el comportamiento humano, detrás de estas cosas suelen haber trastornos impensados. La verdad me pareció super interesante tu comentario y me deja pensando mucho. Me gusta escarbar un poco en estas "patologías" para poder comprenderlas más. Un beso enorme.
EliminarMuy bueno
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