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domingo, 28 de septiembre de 2014

Contando las semanas en 52 palabras - Palabra 40 de 52


PALABRA 40 DE 52

PÁJARO

Y este es mi aporte:
Como un pájaro herido me acuné a tu lado
buscando sanar para siempre mis alas rotas.
Y encontré en tu nido el manantial donde brota
el elixir sanador de mis estigmas pasados.

Soy un cristal suspendido entre tus manos
el resplandor inocente de esa frágil copa
que se acerca temerosamente hasta tu boca
para que bebas mis ilusiones con tus labios

Te entrego todos mis sueños y mis años,
mis latidos de vida, los instante de mis horas
la sangre ardiente que mi corazón desborda
y la ígnea eternidad de este amor germinado.

Sindel Avefénix





Todos los textos que están expuestos en este blog son propiedad intelectual de mi persona y están registrados bajo el nombre Sindel Avefénix. Salvo menciones expresas de otros autores.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Convocatoria: Este jueves un relato "Habla del silencio"


La casa estaba llena de silencio.
Desde que llegaron solo se escuchaba el crujir del piso con sus pasos errantes.
Los dos estaban habitados por el miedo a decir cualquier palabra que pudiera incrementar el sufrimiento. Ni siquiera se miraban.
Marisa dejó el bolso sin desarmar sobre la mesa y con sábanas tapó todos los espejos. No podía soportar ver su reflejo ya sin panza. El vacío de esa imagen era tan grande como el mutismo que moraba aletargado en su pecho. Guió sus pasos hacia la habitación que tan celosamente habían preparado para la llegada de su hijo. Entró, respiró profundo y  ahogando el llanto abrió la ventana para que el aire fresco secara sus calladas lágrimas. En el marco, del lado de afuera, estaba el pajarito que todos los días la visitaba, pero hoy hasta él estaba de duelo y no cantaba. Cada detalle del cuarto le dolía más. Se dejó caer en la mecedora y cerrando los ojos acunó entre el hueco de sus brazos todos sus sueños rotos, su impotencia y su desesperanza.
Ivan la vio desde el living, pero no tuvo coraje para detenerla, la dejó mitigar el dolor con sus preguntas sin respuestas. Entró a su cuarto y tiró los zapatos a un costado. No levantó las persianas, no soportaba ver la luz. Como pudo se recostó en la cama. El sueño no llegaba, la daga de la culpa por haber provocado el accidente le taladraba la conciencia. Quizá si hubiese manejado más despacio, quizá si hubiese frenado a tiempo, quizá si no hubiera tomado tanto, quizá...
La casa estaba llena de silencio, un silencio lleno de gritos sofocados y  agolpados en el alma.

Sindel Avefénix



Más silencios en lo de: NIEVES - "Matices en la vida"

Gracias Nieves!!!

Todos los textos que están expuestos en este blog son propiedad intelectual de mi persona y están registrados bajo el nombre Sindel Avefénix. Salvo menciones expresas de otros autores.