De soñar ser jugador de fútbol a profesor de historia hay un gran tranco...
Todo pasó el día del cumpleaños de mi abuela. Mi madre estaba decorando una torta para los invitados. Yo, que no podía quedarme quieto, y vivía con la pelota pegada a mis pies, le pedí que me dejara salir a la calle a tirar unos penales. Por supuesto me dijo que no. Ya estaba todo emperifollado, faltaba poco para que llegara la gente y me había prohibido ensuciarme.
Calladito me escurrí al patio, y en un costadito, lejos de la ventana que lo comunicaba a la cocina, comencé a patear contra el arco que mi papá había armado.
Pero la mala suerte estaba de mi lado, y mi pie desaforado pegó un patadón que hizo que la pelota estallara contra una pared y rebotara de tal manera que siendo imposible, pero aún así pasó, pasara a través de la ventana rompiendo el cristal y entrando con fuerza a la cocina donde mi abuela tomaba un té, golpeándola en la cabeza. Pero no solo fue eso. El impulso del golpe hizo que su cabeza cayera sobre la taza y se atragantara con la cuchara que había en ella. De la desesperación por sacársela, mi madre hizo tal fuerza que no solamente salió disparada la cuchara sino también los dientes postizos de la abuela, que en vuelo artístico giraron por el aire, clavándose en una preciosa mordida sobre lo alto de la torta y arrancando de una dentellada todo la ornamenta y gran parte del bizcochuelo.
Lo que vino después fue el caos, para mí por supuesto. Luego de confirmar que la abuela estaba bien, mi madre tomó la pelota y la asesinó con una cuchilla, a la voz de: - Nunca más quiero una de éstas en la casa, y de ahora en más, vas a pasar tus horas durante todo un mes leyendo las enciclopedias de la abuela, como castigo.
En fin, creo que me hizo un favor, todo ese mes lo pasé descubriendo la vida de personajes muy interesantes, que despertaron en mí la ansiedad y la admiración de conocerlos cada vez más.
Comencé a comprar más libros, y si bien, de vez en cuando seguía jugando al fútbol entre amigos, había descubierto que mi verdadera vocación era, algún día, enseñar todo lo que había aprendido en esos libros.
Y así fue que, como una pelota pasó a través de la ventana de manera imposible, yo pasé de soñar con ser jugador de fútbol a ingresar luego de la escuela a la universidad para ser lo que hoy soy, profesor de historia.
Sindel Avefénix
¡¡¡Gracias Gaby!!!
Todos los textos que están expuestos en este blog son propiedad intelectual de mi persona y están registrados bajo el nombre Sindel Avefénix. Salvo menciones expresas de otros autores.
Interesante tu relato que me saco mas de una sonrisa, imaginandome la dentadura postiza de la abuela clavado en la tarta..
ResponderEliminarMoraleja de lo malo, tambien salen cosas buenas, interesantes, instructivas..
Un beso Sindel.. Me gusto mucho
Isa
Gracias Isa! Me encanta que te hayas divertido con mi relato. Un beso enorme.
EliminarMe has hecho reír, el chaval cae simpático y el final es una lección de que la vida juega a nuestro favor. Bendita imaginación la tuya. Un abrazo
ResponderEliminarGracias preciosa! Qué bueno que te hayas reído con este relato, tenía dudas de presentarlo, no es muy de mi estilo.
EliminarUn beso enorme.
Todo un efecto mariposa. Me recuerda a la películas de Destino final, pero sin tragedia, aunque al personaje le debió parecer dramatico el asesinato de la pelota. Que gracia lo del vuelo artistico.
ResponderEliminarAh no me parece que tenga mucho que ver con ese efecto, pero si lo interpretas así, tal vez pueda ser.
EliminarGracias!
Lo decíamos no hace muchos dias. "No hay bién que por mal no venga". Y nunca mejor dicho. Me has arrancado una buea caracajada.
ResponderEliminarJajaja me alegra mucho! Gracias por pasar. Un beso!
EliminarEl destino es que nos va llevando. Pudo haber sido futbolista pero no era lo que estaba escrito para él. Me ha encantado la recreación de la escena, la dentadura volando para aterrizar en la tarta.
ResponderEliminarTe felicito
Un beso
Muchas gracias Leonor! En un instante todo puede cambiar.
EliminarUn beso enorme.
Es un relato muy original y divertido :)
ResponderEliminarMe ha encantado.
Muchos besos
Muchas gracias!!! Besitos preciosa.
EliminarA veces solemos empezar a estudiar una cosa y acabamos trabajando en lo que menos nos imaginamos, mas o menos lo que le pasó al protagonista de tu relato, éste acabó dando historia, muy importante, por cierto.
ResponderEliminarHola amiga Sindel, gusto de pasar por tu blog y leerte, muy bueno tu relato.
Un abrazo.
Lola Barea.
Hola Lola, bienvenida a mi blog. Muchas gracias por tus palabras y me alegra mucho que te hayas divertido.
EliminarUn beso enorme.
Me encanta¡ me ha hecho reír al principio... qué pelotazo ja jajaaa... Y qué giro más genial al final... del fútbol a los libros, pero combinandolos salió la historia... : ) Qué estupendo relato, Sindel. Mil besos
ResponderEliminarMuchas gracias Milena. Veo que ha causado risa, y me encanta.
EliminarUn beso enorme.
Pues como en la historia de Montserrat te digo, no hay mal que por bien no venta. Ese castigo le sirvió para descubrir un nuevo mundo.
ResponderEliminarBonito relato
Un abrazo
Todo pasa por algo en la vida, al chico le cambió el sueño a raíz de una travesura.
EliminarUn beso enorme.
En cuestión de segundos la vida gira y no nosotros con ellos, Muy bueno Sindel.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias San, todo pasa por y para algo en la vida, a veces son buenos esos giros.
EliminarUn beso.
Fantastica tu creacion, muy original y con ese toque humoristico. Me hizo sonreir el vuelo artístico de los postizos de la abuela. Un final con decoro.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Yessy! Me encanta que te hayas reído! Un beso.
EliminarJajajajaja, una sucesión de hechos hilarantes que dan como resultado positivo el que tu prota cambiaran el balón por la carrera de historia.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.
Gracias Tracy! A veces esos "desastres" traen buenos cambios para el futuro y uno luego los recuerda con una sonrisa.
EliminarUn besote.
Buenas tardes, sindel:
ResponderEliminarUn gran relato, de esos que tienen todo para estimular nuestra imaginación y atrapar nuestra atención con tus palabras.
Un abrazo, Sindel.
Muchas gracias Nino! Me alegro que te haya gustado! Un abrazo.
EliminarUn relato muy divertido Sindel, me he reído un montón imaginando la escena de la pelota que tan bien has contado. Has conseguido una historia entrañable y divertida, enhorabuena!
ResponderEliminarun beso
Gracias Charo! Es genial que te haya divertido mi relato!
EliminarUn besote.
Las vueltas de la vida! Jajaja! Lindísimo relato,donde narras el desafortunado hecho con su abuela de una manera muy divertida. El desenlace tuvo sus beneficios.. a menos que se haya perdido algún Messi, creo que las enciclopedias de la abuela, lo han llevado por un camino de aprendizaje muy interesante.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aporte y tu compañía Sindel, siempre es un gusto contar con tus letras.
Besos!
Gaby*
Fue un gusto participar de tu propuesta Gaby, no me hubiese perdonado fallarte. Me da gusto que te haya agradado mi relato!
EliminarGracias por todo.
Un beso enorme.
¡Que relato más gracioso! lo he leído sin que fuera capaz de quitarme la sonrisa de los labios sintiendo la que le ibaa caer al "xiquet" con su travesura. ¡Pobre abuela! jajaja.
ResponderEliminarAl final no hay mal que por bien no venga y de aquella trastada salió un hombre de provecho (porque buenos futbolistas no salen tantos).
Un abrazo
Gracias José Vte! Sabes que me encanta que me dejes tu opinión sobre mis letras. Te dejo un abrazo enorme.
EliminarUn placer aterrizar y descubrir tu blog
ResponderEliminarHola María Jesus! Bienvenida y muchas gracias por pasar! Un abrazo.
Eliminarjajajaj buenísimo!!!.... me has hecho reir imaginando la caótica escena, con la pelota estallando la ventana, la pobre mujer atragantándose con la cuchara para luego ésta, volar con los dientes postizos hasta la torta! jajaja...motivos más que suficiente para que el chico se replanteara cualquier vocación pelotera de ahí en más!!
ResponderEliminarGenial tu relato, Karina
Un abrazo!!
Muchas gracias Moni!!! Me encanta que te haya divertido! Es un relato distinto y no me animaba a postearlo.
EliminarUn beso enorme.
¡muy divertido tu relato lleno de humor y un gran final con mensaje Sindel! Me gustó mucho!!
ResponderEliminarMuchas gracias Lao! Un abrazo.
EliminarMuy divertido relato y lo que puede provocar una ventana rota
ResponderEliminarBienvenido Pedro! Gracias por tus palabras. Un abrazo.
EliminarNo hay mal que por bien no venga! Me maté de la risa con tu relato, lo contaste con mucha gracia. Me encantó!
ResponderEliminarUn beso!
Gracias Jime! que lindo que te haya gustado! Un besote.
EliminarMuy divertido y aleccionador relato. Nunca se sabe que hay detrás de una patada desafortunada al arco equivocado. Creo que a Messi le pasó algo parecido. Besos
ResponderEliminarJajaja sí es cierto! Puede pasar cualquier cosa!
EliminarGracias! Un beso.
Un instante puede cambiarlo todo... hasta el extremo de que las ilusiones se transformen. Me he divertido con el quiebro de pelota. Qué tino!!!
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias! Todo cambia y se transforma no? Me alegra que te haya gustado!
EliminarUn beso.
Jajaja, que divertida historia, me imaginaba la dentadura mordiendo la rica torta, la abuela con los ojos desorbitados, a la madre con la yugular a punto de estallar y se me caen las lágrimas, ¡aisssss pobre chaval, con su vocación frustrada!, jajajaja como decimos por aquí ¡que “jartá” de reir!, fantástico relato, hacer reir es lo más complicado del mundo, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarJajajaja me encantó tu risa, tu alegría en este comentario. Es un placer haberte divertido.
EliminarMuchas gracias!!! Besitossssssssss
Muy divertido este relato a lo "efecto mariposa", con un final feliz. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias amigo! Un abrazo enorme.
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