Cuando un amigo se va... Hasta siempre querido compañero, Eduardo.

Hoy quiero rendir mi humilde y sentido homenaje, y despedir acá, en este lugar donde tuve el placer enorme de encontrarlo, a este excelente compañero EDUARDO que nos ha dejado para elevarse a otro lugar en el cuál seguramente estará lleno de luz.

La noticia me ha provocado una inmensa tristeza. Uno no quiere pensar nunca que uno de nuestros compañeros, por más ley de la vida que sea, nos falte alguna vez.

Siempre admiré sus ganas  y sobre todo que a su edad aún le dedicara tiempo y esmero a escribir para todos nosotros. 

De cada uno de sus textos, siempre, pero siempre,  me quedaba una enseñanza, una reflexión, una caricia. Porque sus letras eran la vida misma,  su visión de las cosas a través de la experiencia y la serenidad que le daban sus años.

Así que, mi querido compañero juevero, quiero dedicarte esta entrada y decirte que aunque no estés ya en este mundo con tu presencia física, estás en cada una de tus letras, esas que con tanto cariño y sabiduría nos regalaste cada jueves.

Gracias por haber sido parte de mi mundo, este, que es tan importante como todos los que habito y por todo eso que nos dejaste.

Un abrazo inmenso, buen viaje y mi mejor recuerdo. 

Aquí les dejo el enlace de su blog, que quedará abierto para volver a leer sus entrañables palabras.

CARTAS QUE NO FUERON ENVIADAS

¡Hasta siempre, compañero de letras!

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