No perdonar…
Porque el dolor se hizo intenso con el paso de los días y
fue reptando por mi sangre, como un aspid venenoso, convirtiéndose en rencor.
Porque las palabras calladas formaron nuevas heridas en mi
garganta y fueron estampando un grito ahogado, como un pájaro herido, convirtiéndose en impotencia
No perdonar…
Porque los buenos recuerdos
se esfumaron con tristeza y fueron hincándose en mi pecho, como una espina sin rosa, convirtiéndose en tormento.
Porque lo entregado se estrujó entre tus manos, y fueron mis manos las que quedaron
vacías, como un cuenco sin agua, convirtiéndose en un pozo seco.
No perdonar…
Porque los instantes huecos se llenaron de lágrimas y fueron
nublando mi mirada, como un planeta oscuro, convirtiéndose en eternos.
Porque las huellas profundas se adentraron sin piedad y
fueron abriendo grietas en mi alma, como una espada infectada, convirtiendo las llagas en carne viva.
No perdonar…
Porque no puedo… No quiero… No debo…
No perdonar…
Porque el único que se tiene que perdonar, en nombre de la
dignidad, sos vos…
Leonor Tu poema destila dolor, tristeza, vacío, frustración, desengaño, decepción y, consecuencia de todo ello, imposibilidad de otorgar un perdón a todas luces no merecido. Con el tiempo, las heridas cicatrizan y las ilusiones retornan pues es el tiempo un magnífico ungüento. Tal vez no se pueda perdonar nunca, pero estoy seguro que llegará el olvido, ese olvido que hace el daño menos punzante, menos cruel.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Pepe!!! Soy Karina jajajaja
EliminarMuchas gracias por leerme y dejarme estas palabras, creo que como dijo Borges:Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón."
Un abrazo enorme!!!
Una forma de reaccionar ante lo que nos lastima. Desahogo en las letras, necesario, imprescindible, para no explotar... Luego vendrá el olvido, o el perdón, pero quedará la experiencia que enseña en el mejor de los casos.
ResponderEliminarbesos!
Tal cual, a veces escribir ayuda a sacar eso que tenemos atravesado dentro, y que no se lo podemos decir a quien se lo ganó.
EliminarUn besote Cass y gracias por pasar :)
A veces se hace duro y difícil perdonar y hasta nos proponemos no hacerlo, pero el tiempo nos hará olvidar y aunque no perdonemos del todo nos dolerá menos.
ResponderEliminarUn beso.
Es cierto Tere, el olvido ayuda a dejar todo atrás.
EliminarUn abrazo.
Más que perdonar, olvidar, que destile el tiempo esa herida, porque nunca se cierra el dolor al que no se le aplica medicina.
ResponderEliminarBesitos.
Si Natalia, pensé que el perdón nos hacía libres, pero no se puede forzar, lo mejor cuando no se siente hacerlo desde el corazón, es mejor simplemente olvidar.
EliminarUn besote :)
Hay veces que las palabras escritas son la mejor pomada en la herida. Deseo que este precioso pero desgarrador texto, te haya aliviado.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Leonor?
...
¿Es ese tu nombre?
Besos
Hola Amiga, mi nombre es Karina, es que Pepe se ha confundido jajaja No importa lo que vale es que me hayan leído y dejado tantas palabras de apoyo y contención.
EliminarUn besote :)
es triste cuando el otro implicado deja de ser partícipe y no por ello, de ser motivo y razón de todo, y nuestros otros testigos, los de siempre, los divanes, los que antes no eran tan imprescindibles en nuestra vidas, deben oír aquello que solo ese otro debía saber o escuchar. Cuando la historia de dos pasa a ser tratada por muchos otros. Triste porque pudo no ser así.
ResponderEliminarSi vale este tiempo de pausa, y el rencor por los sueños frustrados, y el dolor por el daño y la impunidad, por algo fue, por algo se tornó motivo y razón. Recordemos aquellos momentos de comunión, y que del resto se encargue el más sabio de los bálsamos; el tiempo.
Se tornó motivo y razón porque uno había puesto todo en el otro, y fue amor. si no hubiese habido un sentimiento quizás no habría necesidad de decir, gritar, ni rencor o rabia. Pero de nada sirve sostener ese sentimiento que nunca fue correspondido.
EliminarGracias Rochies por tus palabras. Un besote