Durante
tantos años se había preguntado qué habría pasado…
Qué habría
pasado si aquella noche los dos bajaban la guardia, se guardaban el orgullo en
el bolsillo y se dejaban llevar por sus miradas empañadas ante esa despedida.
Qué habría
pasado si hubiese marcado ese número en el teléfono a la hora que él le pidió
que lo hiciera. Si no se hubiese negado a tener ese hijo que tuvo que
arrancarse del vientre porque la familia nunca le hubiese perdonado ser tan
impura.
Qué habría
pasado si lo dejaba todo para irse a vivir esa vida de pobres pero llena de
sentimientos que él le ofrecía. Se
habían amado tanto, ella todavía lo amaba y estaba segura de que él también.
Tantas veces
había vuelto a buscarla, pero se dejó llevar por la comodidad, por los miedos,
por las palabras ajenas que la condenaban a un futuro mejor. Una vida vacía
llena de cosas materiales, de amigos ficticios, de reuniones aburridas, de
rutina. Una vida donde la protagonista seguía un guión que escribían los demás.
Habían
pasado 25 años, y no había un solo día en que no se preguntara, si en vez de
torcer su destino en esa esquina, llamada elección conveniente, hubiese seguido
a su corazón… Nunca podría saberlo, ni
siquiera imaginarlo, tal vez hubiesen sido felices, o no. Y qué importaba si ahora tampoco lo era…
Durante
tantos años se había preguntado qué habría pasado… Y este era el momento en que
se dio cuenta, que más allá del resultado, al menos hubiera vivido con la paz
de saber que había tomado una decisión correcta y no con este pesar de saber
que el tiempo nunca se puede volver atrás…
Sindel Avefénix
Más relatos instrospectivos en lo de: PEPE
A veces la cobardía nos hace tomar decisiones equivocadas, dejamos que los demás decidan por nosotros, nos dejamos llevar cómodamente de la mano y prescindimos de ser nosotros mismos. Correr riesgos también forma parte de la condición humana.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y gracias por participar.
Si Pepe totalmente de acuerdo con vos, yo soy un poco más pasional, creo que me hubiese dejado llevar por el corazón, pero no todos somos iguales.
EliminarUn abrazo enorme y gracias a vos por la invitación.
¡Impresionante, Sindel! Me gusta este punto de vista de la terceras estructura condicional...
ResponderEliminarEl qué habría podido pasar si XYZ hubiera o hubiese...
Una estructura cuyo uso tendrían que prohibir en la vida real porque es del todo inútil, nunca puede solucionar nada y encima conlleva lamentos, especulaciones, frustraciones, desesperanza...
Llega incluso a roer las entrañas durante años y años...
Es fuente de suicidios o de homicidios... Es unaestructura sintáctica letal, o por lo menos muy peligrosa.
Pero en literatura sí sirve, ¡claro! Y procura magníficos relatos... como el tuyo.
Quizás haya que hacer apología del "A lo hecho, pecho" que implica "asumir totalmente los propios actos y sus consecuencias".
A veces esa es la única manera de vivir algo más tranquil@s, ¿no?
Felicidades.
Sani me encantó tu comentario, es cierto que replantearse las decisiones pasadas no sirven de nada, y que muchas veces llevan a la depresión.
EliminarPor eso es mejor dejar de mirar hacia atrás y ver solo el momento que estamos viviendo, es lo único que tenemos.
Gracias por tus palabras, un beso.
De nada vale preguntarselo, pero es tan humano!!
ResponderEliminarCómo no tratar de variar el curso del destino, al menos con las posibilidades teóricas del "si hubiera"...
Un buen relato y ojalá sientas que este relato estuvo bien escrito así.
besos
Uno siempre se plantea los "si hubiera" pero hay que asumir las decisiones que tomamos y llevar la vida que elegimos de la mejor manera posible.
EliminarUn abrazo enorme.
Nunca el tiempo vuelve atrás, para bien o para mal, de ahí que en cada decisión uno sella su destino. Llorar por lo que no fue o por lo que quizás hubiese sido no es buena manera de enfrentar la vida y menos de buscar consuelo para la infelicidad que se padece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto Moni, pero es un error que cometemos muchas veces, lo importante es dejar correr esa sensación y mirar hacia adelante.
EliminarUn abrazo.
Siempre está la solución de quedar para tomar un café y charlar sobre el tema con una nostálgica sonrisa. Igual aparecían sorpresas... buenas o malas...
ResponderEliminarUn beso y un café.
Si, es cierto que siempre queda esa opción pero ya nada sería lo mismo y a veces da miedo arriesgarse a enfrentar los fantasmas del pasado.
EliminarUn besote.
Cuando se desoye al corazón la vida se vuelve un auriga tirano y cruel. Ningún ser humano puede vivir con los ojos limpios si el corazón anda amordazado.
ResponderEliminarExcelente relato.
Un beso
Qué buenas palabras Valaf. Hay que seguir al corazón, y después afrontar los riesgos de esas decisiones, al menos uno se queda con la paz de haber hecho lo que sentía. Pero no es fácil.
EliminarUn beso.
Pienso que en nuestro mundo, ahora mismo, seguro que habrán muchas personas que se hacen preguntas similares, pero ya no hay nada que hacer. Creo que debemos escuchar lo que nos dice nuestro corazón, pero no siempre podemos escucharle. Muy buena historia. Besitos.
ResponderEliminarGracias Pepi, es así a todos nos pasa esto alguna vez. Hay etapas de melancolía, pero no sirve de nada hacerse reproches, simplemente sirve para aprender de esos errores que nos llevó a hacer la cordura.
EliminarUn beso.
No hay marcha atrás, así que vivir con las decisiones que tomamos; es cierto que muchas veces es inevitable pensar qué hubiera pasado si... pero eso no nos trae más que dolor.
ResponderEliminarMuy bonito, Sindel.
Besos.
Es verdad Tere, no sirve pero solemos hacerlo, lo mejor es no pensar tanto en el pasado y disfrutar el presente.
EliminarUn besote.
Un relato que da que pensar. Me ha impactado especialmente esta frase: "Una vida donde la protagonista seguía un guión que escribían los demás". Está claro que siempre le quedará la duda de saber qué hubiera pasado de haber tomado otra decisión, aquella que en realidad le hubiera gustado tomar y por la que no optó impulsada y guiada por los demás. Un beso.
ResponderEliminarY es tarde para saberlo, creo que las decisiones tienen que ser propias, pedir consejos está bien, pero seguir al corazón es mejor, total siempre hay algo que aprender de las malas decisiones.
EliminarUn beso.
Como he leído en el jueves de Juan Carlos, lamentarse de las decisiones tomadas nunca sirve de nada. Ella se lamenta de haber tomado una decisión que considera equivocada, pero la realidad es que nunca lo sabrá con exactitud. Lo único reprochable puede ser que no hiciera caso a su corazón y se dejara influenciar. Esa cobardía es la que la lleva a atormentarse continuamente.
ResponderEliminarEstupendo relato, como siempre Sindel.
Un abrazo grande
Muchas gracias José!!!
EliminarEs triste darse cuenta de que fuimos en contra de nuestros sentimientos, y eso nos acompañara hasta que sanemos esas heridas del pasado y nos dejemos de reprochar las decisiones tomadas.
Un abrazo enorme.
Tal vez no tiene sentido Es inevitable pensar que hubiera pasado si tal cosa, si tal otra.
ResponderEliminarcuantas decisiones equivocadas tomaron los personajes. Este relato es pesimista, la ficción tambien eso, pero está bien escrito.
Tal vez mi personaje no tenga tanto de que quejarse.
Es cierto que de nada vale lamentarse por las decisiones pasadas, pero suele pasar en ciertos momentos que uno se plantea las cosas.
EliminarUn abrazo.
cu cu, a lo que parece debo ser el gus...
ResponderEliminarveamos, sindel...más allá del si hubiera...mucho más allá de eso, tan sólo existe el ahora. y si me apuras, ni eso. sí, ya sé que el texto acabas diciendo que importa el presente...ya...sabes, sindel, me interesa ese aspecto de lo rutinario. y me interesa por aquello de que suelo defenderlo. eso sí, sabiendo que en la rutina hay que echar especias, leves..pues , aunque sean leves, acaban sazonándola, acaban como borrándola..
medio beso, guapa.
Yo pienso como vos Gus, lo único que hay es el presente y hay que tener las ganas de hacer que sea un buen presente.
EliminarUn besote enorme.
Cuando se toma una decisión como esa, muchas veces ya no hay vuelta atrás, el pasado cambia y tú con el. Mejor olvidarse porque lo hecho hecho está, lo único quizás sería romper con todo; pero eso no garantiza volver atrás aunque si, comenzar una nueva vidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que para lo único que sirven estos planteos es para darse cuenta de que no se es feliz y tratar de cambiarlo, no volviendo al pasado, pero sí empezando de nuevo. Un besote Carmen
EliminarLa eterna duda entre "lo que se debe" y "lo que se quiere" Porque no se puede volver en el tiempo ni en las decisiones, porque hay que vivir el instante sin amargarnos con las preguntas que el destino nunca contesta.
ResponderEliminarUn beso
Exacto Rosa, vivir el momento sin pensar tanto no? Es difícil pero es lo más certero.
EliminarUn besote.
Mirar hacia atrás colgado de una duda no es bueno, no deja avanzar y siempre queda la disyuntiva que al fin y al cabo no nos da ni nos quita, no, no nos da la solución.
ResponderEliminarLo mismo en este caso es mirar hacia el futuro eso nos abre un mundo nuevo lleno de posibilidades donde cabe todo lo que uno desea... ¿no crees?
Besos!!!
Ese sería el punto, que esa mirada retrospectiva sirva para mirar hacia adelante, dejando las pasadas decisiones atrás sin más planteos.
EliminarGracias Matices. Un besote.
Muy buen texto Sindel, con la fuerza del condicional, pero como ya todos dicen ese hubiese...queda lejos, se toman decisiones y ante ellas hay que responder y reaccionar, se hizo y pasó, ya no hay vuelta atrás, mejor mirar hacia adelante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias San!!! Nada se puede cambiar, pero a veces la curiosidad de lo que hubiese sido nos lleva al pasado. Igual estoy de acuerdo con vos en mirar hacia adelante.
EliminarUn abrazo enorme.
vaya que relato y debo decir muy buen excelente relato que me a dejado casi sin palabras y verdaderamente muy emocionada, pues cero que esto realmente pasa en la vida, muchas muchas de "bien" creyendo hacer lo correcto se quedan en su propia comodidad y para que los demás no hablen se queda todo en secreto... que mejor camino que mejor opción es el que te da tu propio corazón...
ResponderEliminarClaro María, hay que ser fiel a uno mismo, pero es una difícil tarea. Esta vez por no serlo se quedó con las dudas sin resolver.
EliminarUn beso enorme.
Creo que no tengo nada que decir, ya lo dije en mi participación de esta semana, parece que te hubiera contestado.
ResponderEliminarDecirte, en el estilo, que está muy bien contada esta historia, trasmitido el sentimiento de la protagonista.
Besos.
Muchas gracias Juan Carlos, a veces los relatos se van concatenando sin querer, eso es genial.
EliminarUn beso.
Precioso y conmovedor relato, amiga.
ResponderEliminarHumano conjeturar, complejo saber cómo hubiera ido la cosa, triste vivir con la duda.
Ya sabes lo que se dice:" Si lloras por no poder ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas"
Y a veces sucede, que ni lo uno ni lo otro, lamentablemente.
Carpe Diem, compañera.
Besitos.
Es todo lo que decís completamente cierto, de nada sirve especular con el pasado ni con el futuro, lo único que podemos cambiar es el presente!!!
EliminarUn abrazo enorme Tyrma!!!
No hay peor error que el de omisión, porque es arrepentirse de lo que no se hizo. Es vivir masticando el “pudo ser y no fue”.
ResponderEliminarCuando elegimos “lo que nos conviene” dejando atrás “lo que sentimos“ lo hacemos apuntando a lo que pensamos más valioso, olvidando que el valor de los sentimientos no tiene precio.
Sin importar si fue el orgullo, la ambición, la torpeza o la cobardía, el peor recuerdo de amor, es aquel que se rememora porque nunca existió y el peor tormento es saber que pudimos evitar que así fuera.
A lo hecho, ponerle el pecho, es la mejor receta. Pero una cosa es decirlo y otra poder hacerlo.
(Bonito tu relato, me gustó mucho)
¡Saludos desde Lima, Perú!
Gracias Juan Carlos, bienvenido a mi blog, me alegro que te haya gustado mi relato.
EliminarUn abrazo.