Mauricio le avisó temprano que esa noche iría a cenar con Betty, su secretaria. Era la última noche del año y la chica ya no tenía familia en la ciudad, por lo que le daba pena dejar que pasará las fiestas sola en su apartamento. Inés le dijo que no había problema, de hecho le gustaba la idea de volver a ver a Betty y poder observarla junto a su esposo. Hacía unos meses que había empezado a estar tremendamente celosa de la relación que ambos tenían, no podía diferenciar si era por los años que habían trabajado juntos o porque entre ellos había intimidad. De todos modos esa noche esperaba confirmar una cosa o la otra.
Preparó todo, aseó la casa, cocinó y cuando caía la tarde comenzó a arreglarse para estar más linda que nunca. Quería impresionar a Betty, que la viera bien.
Cuando bajó a la sala, ellos ya habían llegado. Tomaban una copa de brandy junto al hogar. Se los veía demasiado cercanos. Betty estaba radiante, con su cabello rubio ensortijado y un vestido rojo que le marcaba todas las curvas.
Como pudo disimuló sus nervios, los saludó y los invitó a pasar al comedor para comenzar con la cena. Betty le comentó lo elegante y bella que se veía, Inés se sintió más que feliz por ese halago. Su marido ni siquiera lo había notado, pero eso ya no la dañaba.
Como pudo disimuló sus nervios, los saludó y los invitó a pasar al comedor para comenzar con la cena. Betty le comentó lo elegante y bella que se veía, Inés se sintió más que feliz por ese halago. Su marido ni siquiera lo había notado, pero eso ya no la dañaba.
A medida que pasaba la noche Inés iba confirmando lo que sospechaba. La idea de que Mauricio tuviera intimidad con su secretaria la carcomía de envidia.
Después del brindis Betty adujo estar muy cansada, para ella había sido un día intenso de trabajo, así que Mauricio se ofreció a llevarla a su casa. Ella primero se negó, pero ante la insistencia aceptó la oferta y se fueron juntos.
Inés recogió los platos, pero no los lavó. No tenía ganas de nada, sentía que su corazón se desintegraba de angustia y decepción. Subió directo a su cuarto, se sacó la ropa y abrió la ducha con agua fría. Se metió sin respirar bajo el agua, dejándola correr para enfriarse de tan mal momento antes de que llegará Mauricio. No pensaba decir nada de lo que había descubierto, no quería correr el riesgo de que su marido tomará la decisión de dejarla, se fuera lejos con su secretaria y no pudiera verlos más.
Mientras se enjuagaba el cabello pensaba sin parar, no podía entender como esa hermosa mujer, sensual, joven e inteligente había elegido acostarse con el insulso de su marido, pudiendo elegirla a ella.
Sindel Avefénix
Más oscuros objetos de deseo en lo de: Charo - ¿Quieres que te cuente?
¡¡¡Muchas gracias Charo!!!
Todos los textos que están expuestos en este blog son propiedad intelectual de mi persona y están registrados bajo el nombre Sindel Avefénix. Salvo menciones expresas de otros autores.
jajaja...inesperado final que le da una vuelta de tuerca al clásico cuento de la esposa celosa y traicionada!
ResponderEliminar=D
Un abrazo, Kari!...te deseo lo mejor para este nuevo año que ya comienza!
Muchas gracias Moni, me alegro de haberte sorprendido!
EliminarMis mejores deseos para vos también en este 2015 que estamos estrenando.
Un beso enorme.
Tu historia me da un poco de envidia. Está muy bien escrita.
ResponderEliminarY sospechaba que derivaba por ahí, por eso de que Ines le gustara ver a Betty. Además los celos parecían ser no convencionales.
Da la impresión de que no ha perdido las esperanzas de conquistarla.
feliz 2015!
ResponderEliminarGracias igualmente para vos! Un abrazo!
EliminarSorpresa!!!, muy bien escrito y un final inesperado.
ResponderEliminarFeliz año nuevo.
Un abrazo
Muchas gracias, preciosa! Mil besos!
EliminarBrillante final, para una muy bien hilvanada historia de deseos. Enhorabuena, feliz año 2015 y un abrazo.
ResponderEliminarGracias Juan! Me encanta saber que te gustó el final! Un abrazo y lo mejor para vos en este 2015!
EliminarUn final de lo más inesperado.
ResponderEliminarMe gustó como fuiste llevando la trama.
Un abrazo
Qué bueno Carmen que te gustó! Gracias!
EliminarUn beso enorme.
Me había sonado raro el "verlos" en plural, y en el final entendí. Excelente!
ResponderEliminarGracias Luciano, voy dando algunas pistas, pero al final se aclara todo.
EliminarUn abrazo.
Ja ja , la verdad es que no me esperaba el desenlace y es que los deseos de algunas personas son insospechados.
ResponderEliminarGracias por participar y feliz año nuevo!
Besos
Jajaja demasiado oscuros, y escondidos, pero a veces están ahí latiendo.
EliminarGracias Charo! Un beso!
Carina: No nos cuentas el final de tu historia tan real y normal como la vida misma.Está repitiéndose hoy en miles de hogares...Y no nos lo narras ,porque todos , o casi todos conocemos el lógico final.
ResponderEliminar"el oscuro objeto de deseo" ,es tan potente,que a una parte importante de los humanos nos cuesta superarlo ,salvo que otra fuerza muy superior existente,pueda vencer a la poderosa tentación y valga la pena hacer el sacrificio para evitarlo.La rutina de Mauricio e Inés es el prototipo de un sin número de parejas que un día se ven sorprendidos por la aparición de Betty...El marido ni notó la hermosura la elegancia y la belleza de su mujer ,y ella no veía en él mas que un insulso
Hay más deseos escondidos de los que pensamos, muchas veces se callan por vergüenza o miedo, pero eso no significa que no existan.
EliminarGracias por tu visita Maty! Un abrazo enorme.
Feliz año a ti,abrazo
ResponderEliminarGracias! Un abrazo!
EliminarHas dado un buen golpe de efecto al final. Muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias Tracy, un beso!
EliminarUn buen relato querida Sindel.
ResponderEliminarBesos
Gracias preciosa, me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso!
Tus finales siempre sorprenden. Un abrazo
ResponderEliminarHoy he publicado "Renacer"
Gracias preciosa! Ya lo ví y me encantó! Un beso enorme.
EliminarMuy buena història, con el detonante de los celos como parte desiquilibrante de ese objeto de deseo. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias! Un abrazo enorme.
EliminarMuy buena la historia y mejor el final.
ResponderEliminarBesos de dosmilquince.
Gracias Fabián! Feliz 2015! Besos!
EliminarEn mi primer visita me encuentro con este magnífico texto tuyo.Uno va leyendo el desarrollo hasta encontrar ese final que en mi caso despertó una sonrisa por como lo has hecho, en cierto modo hasta lo considero pícaro. Felicitaciones Sindel, un gusto conocerte...Un abrazo.
ResponderEliminarHola Miguel, bienvenido! Qué suerte que te gustó mi relato, es verdad tiene una cierta picardía en ese objeto de deseo callado.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por tu visita.
Alucinante: a eso se le llama dar la vuelta a la tortilla. Doblemente, pues todos nos precipitamos (no tan rápido como creemos), con (la) otra reflexión de ella.
ResponderEliminar¡Muy bueno!, rompiendo esquemas.
Gracias Bixen! Me alegra que te haya agradado el relato! Un abrazo!
EliminarUn relato bien tramado y resuelto de maravillas. Me gustó, sí señor.
ResponderEliminarAprovecho para desearte un 2015 lleno de alegría y amor, y que la Musa nunca te abandone.
Un fuerte abrazo.
HD
Hola Humberto, muchas gracias por tus palabras! Las aprecio mucho! Muy feliz 2015 para vos, y ojalá las musas sigan tan productivas como siempre.
EliminarUn abrazo!
Sorprendente final, Karina. Por un momento me he acordado del final de "con faldas y a lo loco". Betty diciendo: Ines, ¡que soy mujer! y a Ines contestando: "No importa, nadie es perfecto".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias Pepe, es genial ese final que me contás, no conocía la obra pero ahora me dan ganas de verla.
EliminarUn abrazo enorme.
Genial, Sindel. Excelente relato, amiga. Muy buen cominzo literariodel 2015 con tus letras.
ResponderEliminarAbrazos y felicidades. María
Mil gracias María! Lo mismo para vos y tus musas!
EliminarUn beso enorme.
Yo tampoco lo entiendo, ya que estaba super metida en el papel de me cachis en la mar estos hombres y anda que alegría, que es ella la que está enamorada.
ResponderEliminarBravo¡¡
Besos muchos,
tRamos
Jajaja todos escondemos deseos que no contamos ni decimos!
EliminarUn beso enorme.
El final es sin duda lo mejor del relato y todo lo demás el camino que te lleva...el oscuro objeto de deseo es ella...me ha gustado mucho ese trueque...uno mismo (en este caso Inés) como oscuro objeto de deseo...muy bueno...
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias por tu comentario! Un abrazo!
EliminarMuy buen relato Sindel, con un muy buen final. Redondo, ameno y agil, vamos un disfrutre.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias San! Un beso enorme.
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