Dos historias al mismo tiempo
06.55 hs.
Mary abre los ojos y al ver
la hora que destella en el
despertador se levanta de un salto. Se había quedado dormida. La panza ya no la deja descansar bien, tiene
ganas de orinar todo el tiempo y siente que miles de cuchillos le
atraviesan la cintura. Se viste lo más rápido que puede para alcanzar el
autobús de las 07.30, tiene que llegar a tiempo al control con su obstetra,
es definitivo, hoy le van a realizar su primer monitoreo fetal.
Apenas llega a la estación ve el autobús que está por salir.
Ya está lleno de gente, pero una chica que está
sentada le cede el lugar. Se desparrama en el asiento, no se siente bien, tiene una hora de viaje hasta el hospital
municipal, y desea llegar cuanto antes.
07:00 hs.
Juan no durmió en toda
la noche, se pasó cada minuto repasando mentalmente los pasos a seguir para que
no le falle el plan que viene perpetrando hace meses.
Es un golpe que las
voces le ordenaron que tiene que dar, aún a costa de sacrificar su vida. Valía
la pena. Iba a quedar perpetuado en los libros de historia como el atentado más
inesperado y sangriento de la ciudad. Ve que son las 07.05 y empieza a
prepararse. Se ducha y comienza a pegarse con cinta uno a uno los explosivos al
cuerpo. Había preparado una camisa algo amplia para vestirse, hacía calor, vestido
así nadie sospecharía lo que iba a
hacer.
Había confirmado que
el autobús que salía de la estación a las 07.30 pasaría por su parada a las
08.15, era el que más gente transportaba ya que
pasaba en el horario de inicio laboral de la ciudad. Y ese era su
objetivo, ningún otro, solamente ese. Toma el detonador inalámbrico, le pone el
seguro y lo mete en su bolsillo. Sale
caminando lento hasta la parada a esperar el autobús donde cumpliría con la
misión de su vida.
07:55 hs.
Mary comienza a
sentir un dolor agudo en la espalda, le tiemblan las piernas y su vientre se
mueve desgarrándola por dentro. Está bañada en sudor, y aunque quiere disimular
su estado para no dar lástima, no logra pasar desapercibida. Una señora mayor
la ve y se le acerca, le hace unas preguntas y después de tomarle el pulso y la
continuidad con la que le vienen las contracciones, le pide a los gritos al
chofer del autobús que vaya al primer
hospital que encuentre en el camino, ya que el bebe no se va a hacer esperar
mucho más.
08:10 hs.
Juan ya está en la parada, le sudan las manos. Empieza a
rezar, se encomienda a sus dioses personales, se despide de las voces y les
dice que su misión está por terminar. Siente una mezcla agridulce de miedo y
felicidad. Ve venir el autobús, tal como lo había estudiado a las 08:15 hs en punto. Levanta la mano temblorosa y le hace la señal de parada, el autobús baja la
velocidad. Su corazón empieza a latir con velocidad, la adrenalina le corre por
las venas. Cuando el autobús se acerca
la puerta de ascenso está cerrada, sin frenar el chofer le hace señas para que
espere el de atrás y sigue su marcha.
Juan no lo puede
creer, ve irse el autobús repleto de gente, lo corre, lo insulta, se tropieza y
cae sobre un desnivel que hay en la esquina.
No le puede estar pasando esto,
este no es el destino que las voces le prometieron. Un hombre le extiende la
mano para que se levante, en el esfuerzo por hacerlo solo no sé da cuenta de
que el hombre está uniformado de policía.
Al levantarse se da cuenta que entre el tironeo y el tropiezo se le
habían abierto varios botones de la camisa. El policía lo mira con asombro, no puede
creer lo que tiene debajo de la ropa.
Con la ayuda del vendedor de diarios,
que había estado mirando la escena atonito, lo inmoviliza y pide inmediatamente
refuerzos.
09.00 hs.
El autobús llega al hospital, previa parada para
atender a Mary entre todos ya que no
tuvo tiempo de aguantar las contracciones. La bajan y en sus brazos está el bebé, envuelto en la
camisa del chofer que lo trajo a la vida.
Todos aplauden, en la televisión ya se había difundido la
noticia del intento de atentado, y la detención del loco que lo había
planeado. Ese bebé llegó a la vida
salvando a toda esa gente de la muerte. Mary
está atontada por toda la situación y no
deja de besarlo. Ella todavía no había elegido un nombre para ese hijo que
había venido sin pedirlo, pero que ahora la hacía sentir agradecida por venir a
su vida. Entre todos deciden ponerle de
nombre Salvador.
En otro plano del
universo, en ese mismo momento dos figuras imponentes, una llamada vida, y
otra llamada muerte, acaban de terminar de jugar una partida de ajedrez.
- ¡Jaque mate!
-gritó la vida.
- Felicidades
amiga, tal vez la próxima no tengas
tanta suerte -respondió la muerte.
Y se fueron juntas
riéndose a carcajadas las dos al mismo tiempo.
Sindel Avefénix
Más historias del tiempo en lo de:MATICES
Es genial! Esa partida de ajedrez entre la vida y la muerte y lo bien que nos has llevado por las dos historias. Me ha encantado!!!!
ResponderEliminarOjala ganara siempre la vida!!
P.d. Estás muy maternal últimamente jejeje
Besos
Jajaja tenés razón, se me vino la inspiración con ese tema, igual no es por nada especial :)
EliminarGracias Tere, es un placer que me leas y me dejes tan lindas palabras.
Un besote.
Dos relojes sincronizados, el de la vida nueva y el de la muerte vieja, apuesto por tu versión, la vida nueva siempre, que la muerte llegará a su tiempo, no ha de ser a través de esa loteria del fanatismo, nunca. Gracias por ese final y por un relato al compás de la esperanza. Besito contento.
ResponderEliminarEsta vez elegí que ganará la vida, quise mostrar dos caras del mismo tiempo pero en circunstancias opuestas y me alegra mucho haber logrado llegar de esa forma a vos.
EliminarGracias por tus palabras!!! Me halagan.
Un beso enorme.
Felicitaciones Sindel! has logrado armar una atrapante historia donde los hilos del azar enredados con las agujas del reloj logran darle un giro a los sucesos en favor de la vida.
ResponderEliminarMe alegra saber que no siempre ganan los locos!
Un abrazo
Ojalá siempre el resultado fuera tan bueno como en mi relato. Pero bueno esta vez quise dar un final feliz, y enfocar más en la vida que en la muerte.
EliminarGracias Moni por pasar.
Un abrazo enorme.
Bonita y dramática historia. Tienes razón, esta vez ganó la vida; pero por desgracia otras no lo es. Hay demasiada gente que oye voces donde no las hay
ResponderEliminarUn beso
Exacto Carmen, por eso ésta vez quise dar una esperanza a la vida, entre tanta maldad y locura que gana la mayoría de las veces.
EliminarGracias por pasar, un besote enorme!!!
Sencillamente, me ha encantado. Dos historias entrelazadas con la vida y la muerte como protagonistas que enganchan desde el principio hasta el final. No puedes parar de leer debido a las ganas de conocer el final que encima en este caso es feliz. ¡Que bien que la vida le ganó la partida a la muerte! El nombre de ese niño no puede estar mejor puesto, SALVADOR. Un beso y enhorabuena por el relato.
ResponderEliminarMuchas gracias Cristina, que bueno que te haya gustado esta historia, y es verdad lo más lindo es que tiene final feliz.
EliminarUn abrazo enorme.
Tal vez siempre sea así Sindel, una partida entre la vida y la muerte con consecuencias fabulosas o fatales para alguien. Dependeríamos entonces de elementos de azar y no de predestinación. Seríamos premiados con la vida o condenados a morir por el capricho o la habilidad de tan formidables contendientes. Tu historia está perfectamente bien hilvanada, desarrollada y finalizada con ese triunfo de la vida sobre su contrincante directa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es la primera vez que escribo sobre un tema así, me pareció interesante darle una oportunidad a la vida esta vez, ya que casi siempre mis relatos son trágicos jajaja
EliminarGracias por pasar Pepe, un placer tu comentario.
Besitos.
¡Qué bueno, Sindel! la lucha entre la vida y la muerte... el tiempo siempre corre a favor de la vida... aunque la muerte siempre esté al acecho.
ResponderEliminarGracias por acompañarme este jueves...
Besos
Gracias a vos por tan buena propuesta, me salió este relato apenas vi el tema que proponías, así que fuiste parte importante en mi inspiración!!!
EliminarUn abrazo enorme.
Atrapante e infartante argumento. El final es en otro plano (fantástico) pero funciona muy bien como metáfora. Pero esas dos vidas y sus tiempos son tan reales, que dan escalofrío pensarlo. Solo imaginarse el diario vivir de tantas personas que han perdido sus vidas en atentados, que traumático para aquellos que se dirigían a sus trabajos y ven interrumpidas sus rutinas con estos sucesos... Muy buen aporte saludos
ResponderEliminarGracias Luis!!! Es así como decís, algo que puede pasar, que pasa y que está más cerca de lo que pensamos.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Que genial historia mi querida amiga realmente impresionante, a medida que iba leyendo iba poniéndome más nerviosa imaginándome todas las escenas, ayyys !!! caray de vida !!! apesar del tiempo no nos damos cuenta realmente lo que es vivir y siempre nos quejamos de alguna manera y de lo que sea. GRACIAS AMIGA POR COMPARTIR TAN BELLA HISTORIA QUE ME A TOCADO EL ALMA... FELICITACIONES Y MIL BENDICIONES...
ResponderEliminarGracias a vos María por venir a leerme. Me encanta que te haya dejado algo este relato, creo que no puedo pedir más nada!!!
EliminarUn besito.
Un relato muy bueno Sindel consigues atrapar al lector desde la primer linea. Una partida dura, vida o muerte, con el tiempo marcando el ritmo.Ojala siempre venciese la vida, No podia llamarse este niño más que Salvador.
ResponderEliminarBesos.
Es que todo el tiempo estamos entre esas dos cosas, la vida es este instante después quien sabe, ojalá siempre ganará la vida, habría muchos más finales felices!!!
EliminarUn abrazo enorme.
El destino, las casualidades, nunca sabemos si el destino está escrito o no. ¿Estaba destinado que ese niño naciera prematuramente en el autobús y así conseguir que ese individuo lo perdiera y evitar la tragedia?. Realmente nunca se sabrá. Este misterio forma parte intrínseca de la vida. Esa que tan bien reivindicas.
ResponderEliminarEstás que te sales muchacha. La dicotomía entre la vida y la muerte te inspira y te hace aflorar un talento a borbortones.
Un abrazo fuerte Sindel
Jajaja estos días me ha brotado una inspiración como hacía tiempo no tenía.
EliminarJusto fue con estos temas un poco duros, pero lo más lindo es ver que mis relatos fueron leídos, y les he dejado algo.
Muchas gracias José!!! Un abrazo enorme!!!
Enhorabuena! Este relato entre el juego del bien y del mal, en el que Mary y Juan eran los protagonistas es una lectura muy entretenida y llena de sorpresas. Me gustó como el tiempo de una y otro marchaba paralelo muy cerca uno de otro, pero sin llegar a rozarse, ésto será nuestra real...
ResponderEliminarUn saludo
Gracias!!! No se rozaban porque corrían paralelos y menos mal que no se cruzaron no?
EliminarUn abrazo!!!
Qué buen relato Sindel! Dos historias que se entretejen -o más bien una desmadeja a la otra-. A veces un hecho fortuito puede modificarlo todo, es cuestión de un segundo no más (como solemos decir), en este caso un segundo glorioso. La vida ganó la partida y eso es alentador, muchas veces ocurre lo contrario.
ResponderEliminarUn beso al vuelo: Gaby*
Hola Gaby!!! Si esta vez ganó la vida, necesitaba poner alguna vez un final feliz y esperanzador, y me encanta que haya tenido aceptación de parte de los que lo leyeron.
EliminarGracias por pasar y por tus palabras siempre amables.
Un besote.
Muy bueno, si señor, demuestras que el mismo tiempo es personal e intransferible para cada uno.
ResponderEliminarLa imagen de la Vida y la Muerte jugando una partida me recuerda a aquello de Dios jugando a los dado con el destino.
Un beso
Gracias Manuel!!! Y quizás sea así que se la pasan jugando y nosotros esperando los resultados jajaja
EliminarEstá vez le di el triunfo a la vida, total en la vida real la otra parte ya viene ganando demasiado.
Un abrazo.
Dos historias entrelazadas, pero que por fortuna, y gracias a la prisa del bebé por venir al mundo, no se encontraron. Muy bueno ese final con la vida y la muerte jugando una partida de ajedrez. Me gustó mucho. Este jueves, para mí todos los relatos son buenísimos, se ve que el tiempo resulta muy inspirador. Besitos.
ResponderEliminarEs un tema que da para muchas inspiraciones, la verdad que a mi también me parecieron geniales todos los escritos que leí.
EliminarGracias por pasar Pepi, un abrazo gigante :)
Termino de leer tu relato: vida que engendra vida. El final me eriza la piel. Es tiempo de emoción, de alabanza y de dicha: siempre que la vida gana, hay que festejar.
ResponderEliminarMe encanto!!!
Gracias por lo que de emoción me dejó.
besos.
Cass!!! Por fin pudiste entrar!!! Esta nueva plantilla me está volviendo loca!!!
EliminarMe alegra mucho tener tu comentario y sobre todo que te haya provocado emoción, porque eso es lo más lindo que le puede pasar a quien escribe, que el lector sienta!!!
Un besote enorme :)
sin dudas me había perdido este relato :D me encantó... además tampoco me esperaba la partida final de ajedrez..jejeje siempre están jugando con nuestra vida esas dos eh! :D excelente relato amiga! un beso dominguero! :D
ResponderEliminarJajaja bueno nunca es tarde amigo!!!
EliminarEl final es un bonus, algo que remata el mito de la vida y la muerte.
Me alegra que te haya gustado!!!
Besitos de domingo :)
Sindel, pensé que esta semana te la ibas a tomar de descanso porque no vi tu relato. Hoy lo he encontrado en el face.
ResponderEliminarMe ha encantado ese juego entre la vida y la muerte, ese niño que tan oportunamente decidió llegar al mundo, por casualidad o porque el destino así estaba escrito. No se que tendré escrito en mi destino pero de momento creo que la vida está ganando la partida.
Un beso.
Hola Leonor, que cosas raras están pasando con este relato, muchos no pueden dejar comentarios, otros no encuentran la entrada, me parece que me vuelvo a mi plantilla antigua porque esta me trae muchos problemas!!
EliminarPor supuesto amiga que gana la vida y así será por mucho rato más!!!
Un besote enorme!!!
Como si se me hubiera parado el reloj, llego tarde a leerte, lo que sucede de bueno o de malo mientras el segundero recorre la vida y ese triunfo y esa esperanza de que no todo el tiempo es perdido.
ResponderEliminarUn beso