Se instaló suave, imperceptible. Fue avanzando como una gota
de agua que se filtra por las hendiduras de un muro. Y en cada silencio la gota
se hizo lluvia, la lluvia tormenta. En cada desaparición la tormenta se hizo
mar, y el mar se hizo océano.
Y el océano anegó la isla cada vez más pequeña donde había
arraigado las promesas, las verdades. Queda poco espacio para sostener mis
pisadas, me estoy meciendo al compás de las negaciones arañando el aire del
vacío para no hundirme, aferrada a esa punta de tierra que ya está comenzando a
ceder por la humedad que corre en las grietas de las nuevas contradicciones. Me
está tragando la arena movediza de la duda, esa que se instaló en la geografía
de mis pensamientos con el ancla de los constantes cuestionamientos. Esa que una vez que comienza su camino jamás
retrocede, carcome las verdades, corroe cada milímetro de las certezas, arrasa
con todo convirtiendo en espuma cualquier punto terrenal que encuentra en su
camino. Es inevitable el agua ya toca mis tobillos, intento llenar de aire mis
pulmones para respirar, pero no sé si podré sostenerme a flote, hace mucho que la
barca interna de mi confianza se ha hundido.
Sindel Avefénix
Húndete, no temas estas aguas. Recuerda que cuando no existían certezas, cuando eras más joven, todas tus seguridades, tus guías para el camino de la vida, surgieron de debajo de este océano. Él las reclama, quizás para cambiarlas por otras, quizás para devolvértelas más fuertes.
ResponderEliminarUn abrazo
Que geniales tus palabras Ibso, es cieto a veces es mejor hundirse y que esas dudas se hagan certezas, y así recomenzar.
EliminarUn abrazo enorme y gracias por leerme.
Y con el agua al cuello, seguiremos dudando, así aprendemos a nadar las tempestades y la mar calma.
ResponderEliminarBesitos.
Es cierto Natalia, después de la tormenta, del ahogo, viene la respiración, la calma y la verdad.
EliminarUn beso enorme
La confianza en uno mismo la minan los demás no la persona en sí. Así que no te sientas afectada. A dudar que es muy sano, no temer que caigan los cimientos, mejor! Otros más fuertes se construirán! Otras dudas saldrán que desmitificarán personas, héroes y verdades... Mejor! Más claras tendremos las ideas.
ResponderEliminarUn beso y un amoroso cafelito!
A veces para volver a empezar hay que tirar todos los cimientos abajo y reconstruir con piezas nuevas, es verdad.
EliminarGracias por pasar.
Un besote.
Es increíble la forma de hilar esas palabras con la duda... Me encantaron!. Ya no hay nada que hacer cuando uno esta rodeado de dudas.... Solo un salto de fe y comenzar a bracear hacia la otra orilla es lo que se puede hacer. La confianza es fácil de perder pero difícil de restablecer.... Y como decía vero XXI la confianza la pueden devolver los demás. Un beso!
ResponderEliminarGracias Gastón!!! Lleva tanto tiempo construir la confianza y tan solo un instante para destruirla, y si depende de los demás pero también de uno mismo, absorber las verdades y dejar salir las mentiras.
EliminarUn beso enorme :)