La alianza de oro
Buscando un viejo par de pendientes entre mis chucherías, ahí, bien en el fondo del cajón, te vi.
Asomó tu superficie dorada, estabas opaca y solitaria, pero un dejo de
brillo me hizo reconocerte al instante. Te miré, primero dudé en tomarte, tantos años
sin verte me habían hecho olvidarte por completo.
Algo llevó a que mis manos te rescataran de ese rincón oscuro al
que habías ido a parar. Te puse sobre mi palma, instintivamente miré el nombre y la fecha grabados en tu
interior, y en un instante millones de recuerdos se me agolparon en la memoria. Me
acordé del día en que llegaste a mí, perfectamente envuelta en tu estuche de
terciopelo rojo, acompañada por otra igual a vos pero más grande.
Recordé como en un momento, que la ansiedad me hizo interminable, ya estabas en mi dedo, perfecta, impactante, luminosa. Venías
acompañada de un mundo de proyectos, juramentos, ilusiones, promesas
de un comienzo junto a alguien que lucía en su dedo una similar a vos.
A partir de ese día me acompañaste durante años, pasamos
juntas por momentos mágicos y por otros que es mejor olvidar. Pero durante esos tiempos, que ahora siento tan lejanos, mirarte brillando en
mi dedo me daba fuerzas, valor para mantenerte ahí, donde la habían
puesto, sosteniendo ese sueño y esa esperanza de que todo fuera a cambiar.
Yo te juro que luché para que te quedaras para siempre
brillando, anunciando que yo era una mujer casada, una mujer que compartía su
amor con otra persona, una mujer…
Hasta que un día me di cuenta que vos brillabas pero que yo
me estaba volviendo opaca.
No tenía sentido conservarte en mi mano, si tu significado
no coincidía con lo que me dictaba el corazón. Así que muy despacio, pero decidida, te deslicé hacia afuera,
y te guardé en un cajón. No pude deshacerme de vos porque de alguna forma eras
parte de mi vida.
Por mucho tiempo tuve tu marca en mi dedo, pero hoy ya no…
...y te mereces una vida buena y plena por tu valentía!...no es fácil decidirse a terminar con lo que creíamos para siempre...pero es más sano hacerlo cuando comprendemos que no es bueno lo que recibimos.
ResponderEliminarMuy emotivo texto.
Otro abrazo.
Gracias Moni, lo escribí a las apuradas, no quería fallarles, pero me salió del corazón. Un abrazo :)
ResponderEliminarupss!!!
ResponderEliminarvaya, vaya... muy buen relato que me ha emocionado y dejado quizás con una dosis de amor y de sueños pero también de tristezas y de nostalgias... lo que puede significar un objeto en nuestras vidas que a veces no nos damos cuenta...
Una vez que llega el punto de no retorno, caemos en la cuenta de que ya no significa apenas nada aquello que tanto significó. Ese momento nos marca la conveniencia de enviar al cajón del olvido los recuerdos y los objetos que de ellos nos hablan.
ResponderEliminarBuen relato escrito desde los dictados del corazón
Un abrazo.
Chapó amiga Sindel, más que apego, este relato narra la nostalgia de ese apego, de ese brillo que ya no brilla, de guardar el corazón con ese anillo y con el tiempo sacar el corazón y dejar el anillo, bien por ti.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mientras sostuvo y anunció un sueño: cómo brillaba!
ResponderEliminarBella poesía para hablar de ese objeto que representó y representa tanto. La marca ya se borró, tus letras quedan como testimonio de aquel amor.
un abrazo
Los anillos dejan marcas, es cierto. Luego se borran o colocamos otro anillo, el del amor nuevo. Podría ser que nos decidiéramos a no llevar anillos que dejan señales en el corazón.
ResponderEliminarEs inevitable que quede en el cajón, aunque no tiene la culpa, significa un tiempo que pasó como su brillo.
Un bello relato que te va como anillo al dedo, ese que señala al corazón. Besitos.
Nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. Esto pasa con las alianzas. El significado de la alianza con el tiempo y la costumbre se diluye; pero cuando se pierde por lo que se tenía puesta, nos damos cuenta.
ResponderEliminarMe ha gustado
Un abrazo
Los símbolos, esos que dicen de nosotros... supongo que siempre se desliga el corazón primero, después va el resto.
ResponderEliminarSindel, perdona por no estar en la convocatoria, me ha sido imposible hilvanar algo con tiempo y el tema lo merecia. Me ha encantado la propuesta.
Un beso
Las señales de las alianzas se van cuando tomas el sol. Lo mejor es una sesión de playa, la resaca del agua suele llevarse bastantes malos rollos. Sino, te invito a las hogueras de San Juan...
ResponderEliminarUn beso.
mi comentario, sindel, se va a disparar por las locuras...qué le vamos a hacer¡¡
ResponderEliminarsindel...tengo un anillo que ya no me pongo...sindel, si ganas más de 90 mil euros la mes, aceptarías casarte conmigo, para eso mi anillo, con las condiciones siguientes:
no trabajare
viviré de tu sueldo
y si??
jajaja..
medio beso, sindel...
Dificil opinar sobre el relato sin entrar de lleno en el contenido y sentir un poco de amargura por lo que debió ser y no fue.
ResponderEliminar¡¡Es igual, a lo hecho Pecho¡¡ como decimos por aquí, aunque también quedaría bien eso de "A otra cosa, mariposa"
Besos
Eres muy valiente Sindel, admiro esa valentía, no es fácil quitarse ese anillo que tanto significó, debe ser un momento único para un corazón que siente como el tuyo, con tanta sensibilidad...
ResponderEliminarEmocionante y espontáneo relato.
un beso.
Antes de que el propio brillo se pierda mejor deslizar del dedo el anillo que nos compretió. Dejarlo en el cajón y seguir adelante.
ResponderEliminarLas marcas las borra el tiempo, siempre.
Escrito desde el corazón y directo al nuestro.
Un abrazo Sindel ave que renace.
La anfitriona nos cuenta de la vida... me parece muy lindo. Y tan real, tan justo y redondo como el anillo. A veces no importa el oro de afuera sino más que nada el de adentro... digamos que es el único que debemos pulir toda la vida... :D un beso amiga! hermoso jueves!
ResponderEliminarEs lo bueno del paso del tiempo, que todas las marcas, incluso las del alma, acaban desapareciendo.
ResponderEliminarBello relato, Sindel.
Un abrazo.
Maat
Me parece perfecta la última frase, cierra un relato que muestra y sugiere mucho, especialmente todo eso que lleva aparejado el anillo.
ResponderEliminarUn beso, Sindel.
Creo que no se puede contar de una manera más sensible y sencilla el significado que deja un tiempo y un amor que ya está lejano y olvidado.
ResponderEliminarEnhorabuena por la convocatoria juevera Sindel, ha quedado magnífica.
Un abrazo
Muchas gracias mis queridos compañeros de Jueves, un placer haberlos recibido en mi casa :)
ResponderEliminarDificil decisión que te llevo a una nueva vida, colmada de esperanza.
ResponderEliminarMe ha gustado y felicidades por tan excelente conductora. Un placer.
Besos
Un buen relato. El apego, que a pesar de su huella, merece ir desdibujándose en el tiempo.
ResponderEliminarUn beso.
Mercedes.
Conservarla es tambien la forma de intentar no recaer en los errores.
ResponderEliminarEs el peligro de asociar objetos con situaciones que pueden cambiar.
Un beso
Ese anillo brilló durante el tiempo que estuvo en tu mano, quedate con los buenos recuerdos de aquella época. Un beso.
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